Acabamos de celebrar hace poco el día del amor y la amistad. ¡Cómo han cambiado los tiempos! ¿No es verdad? Antes, hablar del día del amor y la amistad era pensar en que un muchacho pudiera tener una novia, que los esposos fueran tomados de la mano al cine o a pasear y se dieran regalos. Pero ahora encontramos que el día del amor y la amistad es más bien una emoción vaga “para no ofender”, es lo que llaman diversidad sexual, es ideología de género y tantas otras expresiones que nos dejan preguntándonos: ¿Realmente estamos hablando de amor? ¿A qué se refieren cuando hablan de amor?
Quiero ser muy honesto: me parece que estamos cayendo en una época en que llamamos amor a algo que no lo es. Quiero decirlo fuerte y claro: amar no es mentir; y el respeto no es indiferencia. Y ahora estamos llamando amor a la mentira y estamos llamando respeto a la indiferencia. Vemos que a los niños, no los enseñan a amar, sino a erotizarse y confundirse a través de los medios de comunicación y algunos libros de texto. Sí. Eso es lo que vemos desde hace años. Lo vemos por ejemplo, desde 2012 en el Manual para la Educadora y el Educador de Nivel Preescolar, es decir, niños de 3 años de edad aproximadamente, en que se dice: “El 37% [de los niños de preescolar] se auto erotiza (o masturba) con la mano y pueden acariciarse eróticamente en público” [1].
A los adolescentes, no los enseñan a amar, los enseñan a usarse como objetos o cosas unos a otros. Eso no es amor, eso es mentir. A los jóvenes los enseñan a desconectar el amor y el placer de un proyecto de vida estable y significativo donde puedan existir los hijos, no como un riesgo, sino como una plenitud. Un ejemplo de ello lo es la famosa “Cartilla de derechos sexuales de adolescentes y jóvenes”, impuesta por el gobierno, que menciona en uno de sus principios: “Tenemos derecho a ejercer y disfrutar plenamente nuestra sexualidad y vivir cualquier experiencia, expresión sexual, erótica o de género que elijamos…”. En otro más dice: “Tenemos derecho a decidir libremente con quién o quiénes relacionarnos afectiva, erótica y socialmente; así como a decidir y ejercer nuestras prácticas sexuales…”. Y en otro, los induce a cometer aborto: “Tenemos derecho a decidir de manera libre e informada sobre nuestra vida reproductiva, si deseamos o no tener hijas(os)… El Estado debe garantizar y promover el acceso a la información y a los servicios de salud con pertinencia cultural, garantizando nuestro derecho a los servicios de aborto legal y seguro” [2]. No lo podemos permitir.
A los adultos nos están haciendo cobardes, nos están haciendo caer en miedo de ser educadores de nuestros hijos, de alzar la voz por quienes deberíamos de dar la vida. El Estado está invadiendo nuestro derecho de educar a nuestros hijos. ¡No tengamos miedo! No tengamos miedo de recordar que amar no es mentir, respeto no es indiferencia.
Vamos a recuperar el amor, amor de verdad. El respeto que no sea indiferencia, sino que sea compromiso y responsabilidad.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://formacioncontinuaedomex.files.wordpress.com/2013/02/preescolar-guc3ada-270812.pdf
[2] http://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/salud/cartillajovenes2016.pdf