El pasado lunes 27 de marzo los alumnos y el personal que labora en la escuela The Covenant, ubicada en Nashville, Tennessee (EE. UU.) vivieron una tragedia en la que Audrey Halle, de 29 años, mujer que se identificaba como transgénero, atacó con arma de fuego hacia el interior de la instalación y mató a tres niños y tres adultos [1].
Recientemente en medios de comunicación se informó que Audrey se encontraba bajo tratamiento médico debido a un “desorden emocional”. Por esta razón causa extrañeza que tuviera en posesión siete armas que compró de forma legal en distintas tiendas de la ciudad [2]. Cabe mencionar que Halle era ex alumna de la escuela que atacó y que ella murió en el tiroteo.
John Drake, jefe de la Policía metropolitana de Nashville, indicó: “Si se hubiera informado que tenía tendencias suicidas o si iba a matar a alguien y nos lo hubieran hecho saber, habríamos tratado de obtener esas armas, pero tal como está, no teníamos absolutamente ninguna idea de quién era esta persona” [3].
En lo que va del 2023 al menos se han reportado 30 incidentes con armas de fuego en escuelas de EE. UU., los cuales han dejado 8 muertos y 23 heridos, de acuerdo con los datos de la organización Everytown for Gun Safety [4].
Es lamentable que sucedan estos hechos, que cobran la vida de niños inocentes y de otras personas. Si se combina un desorden emocional con las armas de fuego vemos estos hechos violentos. Ante estos sucesos, alentemos para que el gobierno de Estados Unidos revise sus leyes, para que se reduzca el adoctrinamiento de la ideología de género y para que prevalezca la seguridad de los ciudadanos de esta nación.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
