El 14 de febrero es para miles de personas alrededor del mundo uno de los días más esperados del año para demostrar y recibir muestras de cariño de su pareja, de la familia, las amistades y de quien se cruce en el camino. Esta celebración internacional trasciende fronteras e incluso culturas, y es muy bien aprovechada por el marketing para vender todo tipo de experiencias y productos. De hecho las reservaciones en restaurantes precisamente en este día son muy solicitadas. 

Pero en este blog queremos ir más allá del marketing y la propaganda de este día lleno de flores, corazones y chocolates. Queremos rescatar lo que hay detrás de esta festividad y reflexionar en qué tiene que ver con nuestra vida diaria y con la de nuestra sociedad.

Víktor Frankl, neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco que sobrevivió a los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, en su famoso libro El hombre en busca de sentido” nos cuenta a propósito del amor lo siguiente:

“Percibí entonces, en toda su profundidad, el significado del mayor secreto que la poesía, el pensamiento y las creencias intentan comunicar: la salvación del hombre consiste en el amor y pasa por el amor. Comprendí que un hombre despojado de todo todavía puede conocer la felicidad —aunque sea solo por un instante— si contempla al ser amado” (Frankl, 1946) [1].

Desde que ConParticipación existe hemos trabajado por salvaguardar la institución del matrimonio y de la familia, hemos innovado año con año para hacer conciencia de la importancia de estas dos instituciones, y para que las personas participen activamente en preservarlos. Y relacionándolo con el tema que nos compete, creemos que estos dos grandes pilares de la sociedad,  idealmente y en los hechos, nacen, germinan y se desarrollan en lo que llamamos amor. 

Sabemos que al escuchar “amor y amistad” pueden surgir reacciones de alegría, nostalgia, incluso algunas risas, pues para muchos es un día feliz, sin embargo, queremos poner también sobre la mesa algunos datos duros en relación con las relaciones interpersonales en México. Por ejemplo: 

  • en el 2022 se registraron 166 766 divorcios: un aumento de 11.4 % en relación al 2021; 
  • en ese mismo año, del total de divorcios, 9.5 % se resolvió vía administrativa y 90.5 %, vía judicial;
  • la edad promedio al divorcio para las mujeres fue de  40.6 y la de los hombres, de 43 años.
  • También en 2022, 33.5 % de los matrimonios se disolvió legalmente después de 20 años de matrimonio, 46.1 % duró entre seis y 20 años, 18.7 % tuvo una duración legal entre uno y cinco años y, en 1.5 % de los casos, la duración fue menor a un año.
  • En el 2012, se registraron 585 434 matrimonios, en cambio en el 2022 fueron casi casi ochenta mil matrimonios menos, es decir, hubo 507 052 matrimonios en nuestro país.
  • En 2022, la edad promedio al casarse fue de 34 años para los hombres y 31 para las mujeres [2] [3].

Con los datos anteriores podemos hacer un análisis y concluir diversos puntos. Primero, que el noviazgo con miras al matrimonio sigue siendo importante para los mexicanos; segundo, que la importancia de la institución matrimonial y familiar ha disminuido considerablemente en la última década. ¿Seguirá descendiendo? Y tercero, que estamos en un momento adecuado para actuar y promover acciones concretas que contribuyan a fortalecer y revalorar la institución matrimonial, a nivel individual como social.

Sin embargo, los números no lo son todo, ni tampoco las buenas ideas, es necesaria la experiencia, y por ello nos dimos a la tarea de entrevistar a matrimonios y solteros, mujeres y hombres de distintas edades y contextos preguntándoles lo siguiente:

¿Qué es lo que permanece y lo que cambia en las relaciones de noviazgo y matrimonio? 

¿Por qué la pregunta anterior? Queremos familias y matrimonios fortalecidos, y qué mejor que preguntarle a voces reales y con criterio sobre los principales cambios de un tipo de relación a otra. Comencemos con el matrimonio de Valeria Salcido (30 años) y Josué Escandón (28 años), ambos de Chihuahua, México, que al día de hoy tienen 2 años de casados y además estuvieron 7 años de novios. 

Nos decían ambos algo de lo que cambia del noviazgo al matrimonio es que:

“En el matrimonio empieza a quitarse la vergüenza: pijama, chanclas, despeinados…es un amor puro en donde aceptas al otro con sus ‘defectos físicos’” [4].

También expresaban que empiezan a adoptarse las costumbres del otro, como la forma de reír, de cocinar, los gustos, expresiones verbales parecidas y los tipos de mirada se conocen mejor. Además que factores como el tiempo se convierten en un aliado o un enemigo. En el noviazgo ellos aprovechaban para conocerse, ahora de casados usan el tiempo para dedicarlo al hogar, al patrimonio o a futuros proyectos. 

En el noviazgo hay idealización, inmenso romance, y en el matrimonio uno se da cuenta de los detalles de su pasado. Antes era te elijo porque siento bonito, ahora te elijo porque quiero estar contigo, te acepto y te amo con todo lo que eres”, contaba Valeria sobre su experiencia de noviazgo con Josué [5].

Terminaron enfatizando que el apoyo mutuo crece mucho ante crisis como los problemas financieros, pérdidas de empleo, duelo de seres queridos, cosa que según la pareja chihuahuense no se da de manera tan frecuente en el noviazgo.

También entrevistamos a Monserrat González, joven soltera, psicopedagoga y docente. Le hicimos la misma pregunta: ¿qué es lo que permanece y lo que cambia en las relaciones de noviazgo y matrimonio?  Ella remarcó la importancia de los pequeños detalles en una relación de noviazgo, hecho que en el matrimonio puede cambiar para bien, pero la falta de ellos podría ser una señal de alarma para la pareja. 

Lo que cambia drásticamente, según González, es el tipo de encuentros. Explicaba que en el noviazgo los encuentros de la pareja son casi todos para comunicarse y conocerse, para asentar o fortalecer la relación, para tener detalles el uno con el otro, para simplemente pasar el tiempo juntos aún sin tener la carga de una responsabilidad en conjunto. En cambio en el matrimonio esos encuentros se transforman, porque aunque la convivencia ya es cotidiana, muchas veces el tiempo de calidad de la pareja disminuye, ahora tienen un proyecto común qué construir, muchos encuentros son más bien dedicados al servicio de ese proyecto, por ejemplo, ir al súper, limpiar la casa, atender a los hijos, trabajar, etc.  

Por último, a propósito de lo que no cambia sino que va aumentando, Monserrat dice que: 

“La comunicación asertiva y cariñosa hace que se construya la confianza mutua con la pareja, y esto luego se transmite a los hijos en la familia, se refleja hacia afuera la comunicación” [6].

También entrevistamos al psicopedagogo y terapeuta Luis Castillo, también soltero. Él nos dijo lo siguiente:

Lo que en el noviazgo importa y en el matrimonio NO debe de dejar de importar es el amor de apetencia: la belleza, el arreglo personal, el que el otro me sea bello físicamente». 

“Lo que en el noviazgo importa y debe de dejar de importar en el matrimonio son las apariencias: aparento tener dinero, aparento ser inteligente, aparentar tener un buen trabajo, aparentar fortaleza y valentía, aparentar vida perfecta…” [7].

Sobre esto último hay que decir que el noviazgo es un periodo para que la pareja se conozca justamente sin máscaras, es importante que se den a conocer tal cual son. Si esto no sucede luego en el matrimonio puede haber problemas porque la idea que se tenía de la pareja era otra completamente. 

ConParticipación le apuesta a matrimonios nutricios, fortalecidos, con habilidades desarrolladas de comunicación, es decir, matrimonios que son en el futuro ejemplo para sus hijos y para otros matrimonios. La familia sí se debe defender y promover desde su estructura, pero también la estrategia de formar matrimonios sanos y ejemplares es la solución a largo plazo que mayores beneficios trae a nuestros niños y adolescentes, y consecuentemente a nuestra sociedad.

ConParticipación

Fuentes:

[1] Frankl, V. E. (2015). El hombre en busca de sentido (nueva traducción). https://doi.org/10.2307/j.ctvt7x6s4 

[2] https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/EstDiv/Divorcios2022.pdf 

[3] https://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/myd.aspx?tema=P

[4] [5] [6] [7] Entrevista directa de ConParticipación a Valeria Salcido, Josué Escandón, Montserrat González, Luis Castillo.