Un tema del que no se habla pero que es necesario considerar es el impacto del aborto en el hombre. Se habla de la madre y sus necesidades, pero el hombre ha sido desplazado ya sea por él mismo, por la sociedad o por la mujer. La Lic. Luz Marie Orci, consultora familiar, activista y conferencista en temas a favor de la vida, el matrimonio y la familia, nos compartió su conocimiento sobre el tema. En la primera parte de este artículo veremos algunos elementos puntuales que Luz Marie expuso: cómo se habla del aborto en la sociedad, algunas estadísticas y algunos hechos que no se externan pero que son verdades detrás del aborto. En la segunda parte se aterrizará el tema en cuanto a los efectos que el hombre puede experimentar.
Luz Marie nos explica que el lenguaje es de suma importancia para mover a las masas. Es frecuente que al hablar de ciertos temas se use el eufemismo. La Real Academia Española (RAE) lo define como la “manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante” [1]. En otras palabras, un eufemismo consiste en sustituir una palabra que socialmente no está bien aceptada, por otra que sí lo está. Así el cerebro no la rechaza de forma automática de tal manera que llega a pasar como una verdad.
Entonces, hablemos ahora del término “Interrupción Legal del embarazo” (ILE), que se usa para referirse al aborto. En el concepto ILE, encontramos tres grandes mentiras [2]:
- Primer mentira: la interrupción. Todo aquello que se interrumpe se puede volver a iniciar. Como por ejemplo, cuando se está corriendo y de repente uno se detiene, nuevamente se puede retomar la carrera. En el caso del embarazo, no se puede interrumpir, pues una vez que se realiza el aborto, el hijo o hija en gestación muere. Su vida se pierde y no se puede iniciar otra vez.
- Segunda mentira: el aborto no está legalizado. Está despenalizado, que es otra cosa.
- Tercer mentira: “es solo un montón de células”. Se dice que no existe una persona en el embarazo, sino que el hijo en gestación es solo un montón de células. Sin embargo, se ha comprobado científicamente que desde la fecundación existe una persona como tú y como yo.
Al hablar de “despenalización del aborto” hay que considerar algo importante. Cuando despenalizas algo le estás diciendo a la sociedad que ese acto que se despenaliza se puede realizar sin que seas castigado. De ahí lo que sigue es que entonces el acto se considera válido, y posteriormente comienza a darse un cambio mental.
El aborto está destruyendo el tejido social y afecta al índice demográfico; en este tema Luz Marie nos compartió datos alarmantes:por ejemplo, en el año 2000 había en México 2.6 hijos por mujer, en el año 2010 había 2.3 hijos por mujer, y en el año 2020, había 2.1 hijos por mujer. La tendencia a la baja en la tasa de natalidad continúa y esto afectará al índice de recambio poblacional, como lo vemos en España, en donde los adultos mayores no se jubilan porque no hay suficientes jóvenes para que tomen sus puestos de trabajo. Esos países se encuentran en un invierno demográfico importante.
Por otro lado, un elemento del que tampoco se habla tanto o que muchas personas no tienen presente, es que el aborto es un negocio multimillonario desde tres fuentes: a través de las ganancias que se generan por la venta de anticonceptivos, mediante el mismo aborto cuando no funcionan los anticonceptivos, y finalmente, con la venta de órganos de bebés abortados. Esto último es un tema que puede ser polémico pero ya en Estados Unidos se han abierto investigaciones para evidenciar el hecho.
Luz Marie presentó además algunos hechos que se dan en el aborto y que no se dicen:
- Los padres que pasaron por un aborto no son menos padres que aquellos que sí dieron a luz a su hijo. Es decir, los dos son igualmente padres.
- Haber procreado a tu propio hijo no se borra con el aborto, ni psicológica, ni físicamente. La mujer puede incluso generar hormonas que la llevan a producir leche, aunque haya abortado. Es decir, el cuerpo no entiende un aborto porque no ha registrado este evento traumático.
- Las consecuencias en cuanto hombre-mujer por su naturaleza. El aborto va en contra de la naturaleza, de la identidad, de la existencia de la mujer, ya que su esencia es acoger, dar vida. Por su parte el hombre en su fisiología es más grande, fuerte, alto, y está llamado a proteger a su mujer y a la prole. Entonces ¿qué pasa con el aborto? Va en contra de la naturaleza del hombre porque en el aborto no se protege al hijo, por eso el aborto lo afecta. El aborto rompe el tejido social porque rompe la esencia del hombre y de la mujer en su naturaleza más profunda.
“Cuando hombre y mujer entienden que son complementarios y cuando cada uno lleva a cabo su trabajo, es decir, la mujer acoge y el hombre protege, no hay cabida para el aborto”, expresa Luz Marie.
En artículos anteriores hemos hablado acerca de las consecuencias en la mujer que aborta: daños físicos, psicológicos, espirituales y sociales. En los hombres la afectación puede llegar inclusive a que no puedan volver a procrear con su pareja por los daños que ella haya sufrido. Las consecuencias también las vive el hombre. Se ha podido observar que de los pacientes que llegan a atenderse por aborto, nueve de cada diez son mujeres, es decir, de diez parejas que han abortado, solo un hombre pide ayuda.
Hablemos de algunos aspectos importantes ante un aborto:
- La toma de decisión de abortar con frecuencia se tiene que hacer en un periodo muy corto de tiempo, por eso quizá muchas mujeres se sienten presionadas y toman la decisión de abortar sin pensar detenidamente en las consecuencias.
- Hay un sesgo importante del equipo médico quienes no siempre hablan con claridad, o con toda la verdad.
- La pareja no se comunica adecuadamente pues están en shock. Generalmente el hombre no dice lo que siente o piensa porque cree que no tiene el derecho de hacerlo pues él no tiene al bebé en su cuerpo, y entonces se calla. Sin embargo, algo que dicen las mujeres que han abortado es que, si hubieran sentido el apoyo real de su pareja, no hubieran abortado.
¿Cuál es el rol que desempeña el hombre en la decisión de abortar? Podemos decir que en la vida tenemos tres posturas para cualquier situación: somos culpables, o cómplices o responsables. Ante la decisión de abortar, el hombre se encuentra entre culpable y cómplice. Es culpable aquel que presiona a la mujer porque ella olvidó tomarse la pastilla. Hay quien amenaza con abandonar a la mujer si esta no aborta. Existe el cómplice que apoya a la mujer dándole el dinero para realizarse el aborto. El que acepta y tiene una falsa empatía con un “es tu decisión”, o “yo te apoyo en lo que tú quieras”. Y finalmente, el que se opone y dice “yo quiero tener a este bebé”, este es el hombre responsable. Sin embargo, no existe ninguna regulación o acción legal para que el hombre pueda proteger a su hijo.
¿Qué efectos tiene el aborto en el hombre? Luz Marie comenta que existen muy pocas investigaciones científicas relacionadas con los efectos del aborto en el hombre, sin embargo, se han localizado 28 estudios publicados. Estas investigaciones reportan en común lo siguiente: culpa, depresión, enojo, pesadillas, adicción a la pornografía, abuso de sustancias. La identidad masculina se ve severamente dañada porque se siente incapaz de cuidar a un hijo [3]. El aborto podría afectar la relación con la pareja y algunos estudios exponen “una incidencia de ruptura de parejas entre el 60% y el 70%” [4].
Luz Marie expone que el aborto también impacta al hombre “porque este tiene en su identidad y en su esencia ser proveedor, protector de la mujer y de la familia, promotor de la mujer, preside al poner todo su ser al servicio de los demás y es padre. El aborto va totalmente en contra de estas características. En el aborto el hombre no protege, no promueve ni guía a la mujer, y se niega a ser padre”. ¿Cómo sana un hombre que se ha visto afectado por el aborto? Lo importante es saber que sí hay solución para ello, el hombre puede sanar, puede perdonarse a sí mismo, y perdonar a quien él cree que provocó esta pérdida (doctor, esposa o pareja). Lo anterior es el “enfoque de terapia del perdón” basado en un modelo de proceso psicológico del perdón desarrollado en la Universidad de Wisconsin-Madison [5].
No olvidemos que existen también algunas instituciones que pueden apoyar y acoger a quien ha pasado por un aborto, IRMA es una de ellas. Es un espacio profesional, confidencial y libre de juicio al que pueden acudir las personas (ya sean hombres o mujeres) para sanar la herida por la pérdida de un hijo debido a un aborto (del tipo que sea), a través del acompañamiento terapéutico y así recuperar la esperanza. Puedes visitar su página oficial: https://www.irma.org.mx/
La experiencia de un aborto marca la vida de quien la vive. No es tema de juzgar sino de extender la mano para ayudar, para acoger y para encaminar hacia la restauración y la esperanza.
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ConParticipación
Fuentes:
[1] https://dle.rae.es/eufemismo
[2] https://www.youtube.com/watch?v=4-21iQQyhiQ
[3] http://www.kofc.org/un/es/resources/cis/cis334.pdf
[4] https://www.redmadre.es/consecuencias-del-aborto#.YZ8JndDMLIU