Muchos defienden el aborto con el argumento de que es “salud para la mujer”. Sin embargo, nada está más lejos de la realidad. A lo largo de los años en que el aborto se ha ido introduciendo cada vez más en la sociedad, observamos que algunas de las empresas que se dedican a realizar esta terrible práctica, quieren justificar sus actividades precisamente con ese argumento.
Un ejemplo de lo anterior es Planned Parenthood (PP), la cual señala que dentro del “paquete” de los servicios que ofrece el aborto es uno más, e incluso van más allá y dicen que esa práctica representa una mínima proporción (el 3%) dentro del universo de actividades que realizan —quizá intentando justificarse, pues el aborto es polémico y es rechazado por gran parte de la sociedad—. Sin embargo, ya en el artículo pasado explicamos cómo el supuesto 3% en realidad es un engaño. En este blog continuaremos hablando de este aspecto.
¿De dónde salió el 3%?
Recordarás que tomamos un análisis que hizo la organización Live Action como base para profundizar en el famoso 3%. PP informó que de 2019 a 2020 tuvo 2.4 millones de pacientes y realizó 354 871 abortos. Si se hace una proporción abortos-pacientes, tenemos que 1 de cada 6 pacientes que visitó los centros de PP se realizó un aborto, y no 1 de 33 (que sería el 3%) [1].
Como mencionábamos anteriormente, a la narrativa de ventas de la proveedora de abortos más grande del mundo, le es conveniente encontrar la forma de comunicar que no solamente les interesa ofrecer abortos, sino también “otros servicios” para atender la salud de las mujeres. Así pues, encontraron la forma de inflar el número de servicios que ofrecen para reducir (al menos en papel) el número de abortos que se realizan.
Es importante mencionar que en su glosario de definiciones, PP señala que un servicio es una “interacción clínica discreta”. Por lo que bajo esta definición, ofrecen varios servicios a una mujer que busca abortar [2].
Para realizar un procedimiento de aborto, en realidad PP está vendiendo distintos servicios entre ellos: la prueba de embarazo, la cita “médica” de evaluación, el “asesoramiento” de la psicóloga, el aborto en sí mismo, entre otros. En su reporte anual 2019-2020 PP informa que realizó 10.4 millones de servicios en sus clínicas, así que si dividimos los abortos realizados en el citado periodo (354 871) entre la cifra de servicios ofrecidos, obtenemos la aproximación al famoso 3%. De ahí que mencionan que solo el 3% de sus servicios son abortos [3].
Es fácil observar por qué esta cifra está amañada y en realidad no muestra la verdadera actividad por la que su negocio y cada uno de sus centros funcionan: por los abortos.
Live Action calcula que del procedimiento para realizar un aborto, PP contabiliza cuatro servicios, por lo que incluso si el 100% de todos los servicios fueran destinados al aborto, de acuerdo con sus números, solo el 25% se estaría contemplando como servicio para abortar. Así una vez más, PP encuentra la forma de inflar sus números para disminuir el impacto de los abortos que cometen en sus centros [4].
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Esta estrategia numérica y de narrativa ha permitido que Planned Parenthood se coloque como una “clínica de salud” para la mujer –lo cual es una falacia porque en una clínica se dan servicios de salud, y para preservar vidas, no para eliminarlas—, sin embargo, su producto principal de venta y la razón por la que existen es y será el aborto.
¿Cómo podemos explicar que hay centros de aborto que están cerrando en todo Estados Unidos tras la revocación del caso Roe. v. Wade? Si no se dedicaran al aborto, dichos centros deberían de tener la capacidad de ser sostenibles incluso sin ofrecer abortos. La realidad es que por lo que se ve, no pueden sobrevivir sin ofrecer esa terrible práctica y para no perder tanto dinero les es más conveniente cerrar.
Como conclusión diremos que este análisis es importante pues nos hace tomar conciencia de que debemos ser más críticos con la información que se nos presenta. Mucho más cuando se trata de organizaciones que lamentablemente lucran con prácticas que vulneran derechos tan fundamentales, como el derecho a la vida. Deberemos estar atentos a la información que presentan las organizaciones abortistas también en nuestro país para informar y denunciar cuando observemos irregularidades en sus procesos. Sin embargo, por encima de lo anterior, lo más importante es continuar difundiendo que la vida humana debe respetarse ante todo, por encima de intereses particulares y políticos. Sigamos trabajando por el respeto al derecho a la vida desde su inicio hasta su muerte natural.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://www.liveaction.org/learn/3percent/
[2] Ibíd.
[3] Reporte Anual 2019-2020 Planned Parenthood, p.35.: https://www.plannedparenthood.org/uploads/filer_public/67/30/67305ea1-8da2-4cee-9191-19228c1d6f70/210219-annual-report-2019-2020-web-final.pdf