En los últimos diez años en Gran Bretaña, el llamado Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS, por sus siglas en inglés) del National Health Service (NHS, Servicio Nacional de Salud), mejor conocido como la “clínica transgénero”, ha recibido 382 referencias de niños de seis años o menos, con un aumento significativo en las derivaciones al servicio en los últimos años. El GIDS no tiene un límite de edad oficial para los menores que atiende, y entre 2010 y 2020 ha registrado 12 referencias de niños de tres años, 61 de cuatro años, 140 de cinco años y 169 de seis años [1].
La controversia rodea a la clínica, ya que se informa que más de mil familias están iniciando acciones legales por diagnósticos erróneos que supuestamente causaron daños significativos, incluidos casos en los que adolescentes fueron sometidos a procedimientos corporales irreversibles. A pesar de las preocupaciones y denuncias, la clínica sigue en operación, y el cierre anunciado previamente se ha retrasado mientras se buscan alternativas para la atención de personas transgénero [2].
Es sumamente preocupante que siga en operación la clínica que realiza procedimientos corporales irreversibles que lastiman y ponen en riesgo la salud de niños, adolescentes y adultos. La salud de las personas debe ser tratada con dignidad y respeto.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
