En torno a la fecha del 17 de noviembre, Día Mundial del Prematuro, Chrissy y Matthew compartieron la historia de su hijo Wyatt quien con apenas 25 semanas de gestación y un peso de 749 gramos, tenía “el tamaño de un teléfono” al nacer. Después de una cirugía y de atención en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), al paso de cuatro meses, los padres de Wyatt pudieron llevarlo a casa [1].

A raíz de su experiencia, Chrissy apoya a otras familias que se encuentran en la misma situación por la que pasó con su hijo. Se convirtió en embajadora de Life´s Little Treasures (“Los pequeños tesoros de la vida”, en su traducción al español), organización australiana que colabora con familias que tienen hijos internados en la UCIN [2]. 

Chrissy enfatizó que, aunque no hay dos historias iguales, hay experiencias positivas que se pueden compartir entre las familias cuyos hijos pasan por la UCIN y que les pudieran brindar esperanza [3].

Casos como este nos demuestran que una inversión al sector de salud pública puede realmente brindar herramientas para salvar la vida de bebés prematuros y darles la oportunidad de tener calidad de vida. Es impensable que haya estados que buscan despenalizar el aborto siendo que casos como este nos muestran que se puede salvaguardar la vida de un bebé con pocas semanas de desarrollo. El valor de un ser humano no se determina por el número de semanas de vida, cada vida es valiosa sin importar ninguna condición.

ConParticipación 

Fuentes: 

[1] https://www.liveaction.org/news/micro-preemie-size-phone-survives-25-weeks/

[2] Ibíd. 

[3] Ibíd.