En ConParticipación nos interesa que estés informado de las diferentes visiones que existen en torno a los temas de actualidad, y este de la reproducción asistida no es la excepción. Para ello nuestro director, Marcial Padilla, habló con el Dr. Joaquín Ruiz Sánchez, médico ginecólogo apasionado de la mujer, la salud, la vida, y la familia. Radica en la ciudad de Puebla, es cofundador de la clínica NaPro, desde donde atiende pacientes con diversos problemas ginecológicos y reproductivos de más de 15 países y de toda la república mexicana. Tiene un posgrado en ginecología en el Instituto Nacional de Perinatología; es consultor médico en planificación familiar natural por el Creighton University de Omaha, Nebraska (EE. UU.), donde empezó sus estudios en naprotecnología, técnica con la cual ha ayudado a más de 500 parejas a reencontrarse con su salud y lograr un embarazo de manera natural. Ha dado conferencias y participado en foros nacionales e internacionales. Si quisieras ver la plática con el Dr. Ruiz puedes dar clic a este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=DmKr6bMqhAA&t=30s
Antes de exponer lo que Marcial platicó con el Dr. Joaquín Ruiz, diremos que la naprotecnología (término que es más usado para referirse a la Tecnología Procreativa Natural) es una ciencia de la salud de la mujer que monitorea y mantiene su salud reproductiva y ginecológica. Proporciona tratamientos médicos y quirúrgicos que cooperan con el sistema reproductivo [1]. Surgió en Estados Unidos, a raíz de los estudios del ginecólogo y obstetra Thomas Hilgers. La naprotecnología usa el método Creighton como una herramienta para el diagnóstico y el proceso terapéutico. En dicho método se estudia el comportamiento diario del ciclo menstrual de la mujer, para llegar a un diagnóstico de las alteraciones o de las patologías que presentan [2].
Iniciando la entrevista el Dr. Ruiz comentó que creció en una familia y un entorno en los que le inculcaron valores, entre ellos los relacionados con la protección de la vida humana y la mujer. Contó que en su adolescencia y juventud tenía la inquietud de hacer algo por demás, y admiraba a Juan Pablo II y a Teresa de Calcuta, quienes le influyeron en ese deseo de ayudar a la causa de la vida humana y de la mujer. “Ellos me hicieron conectar con este deseo de salvar las vidas, de cuidarlas y defenderlas del aborto”, comentó, y pensó que esa era su misión de vida. “Mi deseo era encontrar un punto desde donde pudiera prevenir el aborto como una situación súper lamentable, que desgraciadamente algunas mujeres piensan que quizás es su única opción y yo quería darles otras opciones”.
Estudió ginecología pensando que esa sería la ruta para lograrlo. Durante sus estudios siempre se cuestionó por qué dar anticonceptivos. Se sintió frustrado porque se dio cuenta de que eran el tratamiento que se daba prácticamente para todos los procesos que una mujer pudiera pasar durante su vida reproductiva, y él no estaba de acuerdo porque podían significar un riesgo para un futuro embarazo y para el valor de la vida humana, pero no encontraba una alternativa. En la búsqueda de opciones de pronto a él y a otros dos amigos —que hoy son sus socios en la clínica— les hablaron de la naprotecnología. Uno de ellos se fue a Omaha a conocer al Dr. Thomas Hilgers —creador del método Creighton y la naprotecnología— para ver si era cierto que se podía hacer una ginecología distinta. A partir de ese momento sus socios y él descubrieron que había una manera científica y apoyada con toda la tecnología de vanguardia para atender a las mujeres de la mejor manera. Así fue como en el 2014 fundaron la clínica NaPro (https://www.clinicanapro.mx/) en Puebla.
Marcial le preguntó al Dr. Ruiz quiénes son las personas que acuden a ellos, y qué tipo de problemas atienden. Nuestro entrevistado comentó que en la clínica manejan todo el espectro de la ginecología pero que la reproducción es una de sus principales áreas de acción. “Una de cada cinco o seis parejas en el mundo, y México no es la excepción, tienen problemas con el tema reproductivo, no pueden embarazarse o han tenido pérdidas repetidas”, señaló. Lo que se sugiere es la reproducción asistida, pero comentó que realmente un poco menos del uno por ciento de las parejas que tienen problemas para concebir y acuden a ese método, terminan con un bebé vivo en su casa. Y es que esta opción es cara y poco accesible.
Señaló que muchas personas acuden a ellos porque son una alternativa distinta. Hay quienes no se sienten a gusto con la reproducción asistida (por ejemplo la fertilización in vitro) pues implica la manipulación embrionaria fuera del cuerpo, y para muchos esto representa un problema ético. Buscan una opción en donde esto no suceda y ellos la ofrecen. También los buscan las personas a quienes no les funcionó la reproducción asistida. En resumen, las personas llegan buscando una alternativa natural, más ecológica o más apegada a ciertos protocolos o normas morales. Sin embargo, aclaró que lo que ellos aplican es totalmente científico y tiene como objetivo atender a la mujer.
Su enfoque es muy interesante pues está centrado en la salud de la mujer. “La infertilidad se ha visto hoy como un diagnóstico, es decir, no puedes tener un bebé y se te ofrece una solución, que es un bebé. Nosotros decimos que la infertilidad es el síntoma de otra enfermedad, hay algo que está ocasionando que no te puedas embarazar, y hasta que nosotros podamos reconocerlo podemos darle tratamiento y ayudarte a que te embaraces”. De forma que lo primero que se hace es buscar el problema, la alteración de la salud que ocasiona que no se consiga el embarazo.
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“Cuando tú resuelves el problema de raíz, entonces la mujer se puede embarazar y además tiene un embarazo saludable, con más probabilidades de tener un bebé a término, sin tanto riesgo de malformaciones. En la reproducción asistida tratas de implantar un bebé en una mamá que tiene una patología subyacente (miomas, quistes, endometriosis), y pues probablemente no pegue. Lo primero que nosotros queremos ofrecerles es una respuesta, saber por qué no te puedes embarazar. Un tratamiento justo, apropiado, adecuado, personalizado. Luego un embarazo que en teoría debería de ser más saludable. Y además la posibilidad de que no sea uno, sino los que tú quieras, porque una vez que se resuelve el problema de base te puedes embarazar de nuevo”. Ya tienen casos de mujeres que se han embarazado hasta tres veces más, después de lograr el primero con esta técnica. Lo que resulta entonces de este acompañamiento son mujeres más sanas, pues en el proceso reconocen enfermedades o patologías de forma temprana, antes de que se vuelvan un problema serio, irreversible o maligno.
Marcial le preguntó al experto invitado cuál es la importancia de la naprotecnología en el escenario de la ginecología en general. Ruiz señaló que desde su perspectiva es como la ruta que debería de seguir la ginecología para servir mejor a las mujeres. Comentó que con la aparición de los anticonceptivos ya no hubo entonces necesidad de reparar los ciclos menstruales o de entenderlos, o de entender las patologías que podrían alterarlos —por ejemplo, que una patología de la tiroides afectaba a los ciclos hormonales—. Cuando eso ya no fue necesario, en vez de seguir entendiendo mejor a las mujeres los científicos se enfocaron en descubrir mejores anticonceptivos, pero se dejó el foco de entender más a la mujer y sus procesos reproductivos. “Creo que si tuviéramos el foco en reparar y pusiéramos la mente de todos estos brillantes científicos que hoy se dedican a desarrollar mejores anticonceptivos o mejores tecnologías para la reproducción, a trabajar al servicio de las mujeres, tendríamos mejores tratamientos. Esa es la naprotecnología”.
Nuestro director le preguntó también al experto si la naprotecnología sirve solo para quienes no pueden tener hijos. Joaquín respondió que no necesariamente, pues ellos buscan comprender mejor todo lo relacionado con el ciclo menstrual, desde las alteraciones menstruales y hormonales, hasta las alteraciones reproductivas. Se puede ayudar a una mujer que está desde el inicio de su vida hormonal, pero también a quienes un problema anatómico, un traumatismo, una
infección en sus genitales, etc. Sin embargo, señaló, “nuestro foco más importante está en esta parte de los años hormonalmente activos de las mujeres que son desde la primera menstruación hasta la última. Entonces sí, la respuesta breve es que atendemos mujeres de todos los grupos reproductivos”.
En la segunda parte de este blog seguiremos contándote de lo que se habló en esta entrevista, concretamente de los problemas específicos que pueden atenderse con la naprotecnología y otras de las ventajas que esta tiene.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://naprotechnology.com/
[2] https://www.unisabana.edu.co/portaldenoticias/al-dia/la-naprotecnologia/