En Colombia actualmente se puede alquilar un vientre para la gestación de un bebé de forma tan sencilla como lo que implicaría comprar un auto de segunda mano. Se calcula que las mujeres solicitan 4 000 dólares por rentar sus vientres. Llama la atención el ofrecimiento de vientres de alquiler a través de las redes sociales con anuncios como el siguiente: “Hola, estoy interesada en alquilar mi vientre. Matriz fuerte y embarazos sin complicaciones” [1].

No existe ningún tipo de regulación sobre los vientres de alquiler en Colombia, lo cual ocasiona una fuerte competitividad entre las mujeres que buscan generar ingresos a través de este medio, olvidando que en realidad es una forma de explotación. Este tipo de prácticas están prohibidas en países como Francia, Alemania, y España [2]. Esta situación ha dado pie a la proliferación de una red de falsificación de datos y documentos como son los registros fraudulentos de bebés recién nacidos [2].

Lamentablemente la explotación contra la mujer se ha diversificado, y prueba de ello son prácticas como la del alquiler de vientres que se vuelven cada vez más comunes y no miden el daño inmenso que sufren quienes la practican. Se busca un hijo a través de esta actividad, fuera del seno de una familia, como si el hijo fuera un derecho o un producto. Por otro lado, resalta la necesidad que viven muchas de las mujeres que la realizan, que las lleva a prestarse a ello para obtener un beneficio económico. Es grave también que el personal médico esté coludido.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://elpais.com/america-colombia/2023-01-03/el-mercado-de-los-vientres-de-alquiler-en-colombia-un-bebe-a-4000-dolares.html

[2] Ibid.