Muchos niños, niñas y jóvenes de diferentes países que son adoptados y educados por la cultura de sus padres adoptivos, enfrentan la consecuencia de dejar a un lado los vínculos con su país de origen. En algunos casos, esto les genera conflicto pues físicamente se les considera de un país, pero no hablan el idioma ni conocen su cultura. De acuerdo con datos expuestos por el Observatorio de Infancia del Ministerio de Derechos Sociales, en España son adoptados alrededor de un millar de menores de edad al año [1].

Flavia Guardiola, presidenta de la asociación “La voz de los adoptados”, expone las consecuencias de que los padres no hablen del país de origen ni de la cultura de la que provienen a sus hijos e hijas adoptados: “Cuando crecen, hay muchos a los que se les ha hecho daño por no vincularlos con su cultura. Y [años después] les duele tener que hacerlo de adultos” [2]. 

Por su parte Montse Lapastora, psicóloga especializada en adopciones, indica que el no tener referentes de la cultura de origen genera una vacío en la identidad: “Todos necesitamos un eje conductor desde el momento en que nacemos, incluso antes. Si tienes una vida hasta los dos años y de repente otra y no hay un puente, lo que viviste te resulta desconocido. Genera incertidumbre y no encuentras sentido de pertenencia” [3].

Es alentador que muchas familias brinden un hogar a niños, niñas y jóvenes a través de la adopción. Recordemos que los menores de edad requieren del amor y cuidados de una familia para lograr su desarrollo integral. Los padres adoptivos internacionales, además de amar y educar a sus hijos según sus valores familiares, enfrentan el reto de hablarles sobre su identidad y cultura de origen.

ConParticipación 

Fuentes: 

[1] https://elpais.com/sociedad/2023-03-21/hijos-de-adopciones-internacionales-que-afrontan-retos-de-identidad-casi-toda-mi-vida-he-ignorado-mi-cultura-de-origen.html

[2] Ibíd. 

[3] Ibíd.