En el tema de salud en México, las comunidades indígenas son las más desprotegidas y con frecuencia son discriminadas, lo cual deja en situación aún más vulnerable a las mujeres de estas comunidades. Estas mujeres muchas veces son privadas de su derecho a la salud debido a dos factores: ser mujeres y también ser indígenas.
Nadia Maciel Paulino, integrante de la Red de Mujeres Jóvenes Indígenas y Afromexicanas (Remjina) comenta que en las instituciones de salud, las mujeres indígenas tienen que vivir prácticas que violentan su cultura y sus costumbres [1]. Pierre Gaussens, académico del Colegio de México, menciona que “son discriminadas por ser mujeres, también indígenas, y también si son jóvenes. Las violencias se concretan en el campo médico con fuertes asimetrías, de una autoridad médica que es muy difícil de cuestionar porque la respalda toda la institución de Salud, la lengua en español, luego también el vocabulario técnico médico, que es de difícil acceso y más aún para mujeres indígenas” [2]. El sistema de salud es ineficiente ya que en muchas comunidades no se cuenta con servicios de salud de tal forma que las mujeres tienen que trasladarse a otra comunidad si requieren atención médica.
Hombres y mujeres indígenas deben recibir igual atención y apoyo social. Debemos garantizar el respeto a la dignidad de toda persona humana y trabajar en generar políticas públicas que garanticen el derecho de atención médica a los más vulnerables, como lo son los pueblos indígenas de México.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
