El 17 de noviembre del presente el senador republicano de Missouri (EE. UU.), Josh Hawley, presentó en el Senado de Estados Unidos un proyecto de ley que incluye una “Declaración de derechos de los padres” para asegurar que los padres de familia mantengan el control de la educación y la privacidad de sus hijos [1].
La propuesta contiene ocho derechos que se otorgarían a los padres y establece que las escuelas que no respeten alguno de estos derechos podrían ser demandadas y sufrir recortes de fondos federales [2].
Entre los derechos que propone el proyecto están el que las escuelas permitan que los padres revisen los planes de estudio, libros y diversos materiales educativos. Asimismo, contempla que el gobierno tenga una mayor transparencia sobre los maestros, conferencistas invitados y proveedores externos que tienen contacto directo con los estudiantes. Lo anterior debido quizá a que grupos como Planned Parenthood y la organización Sexuality Information and Education Council of the United States (SIECUS) por lo regular imparten educación sexual en las escuelas, educación que tiende a estar sesgada hacia el aborto y el control de la natalidad (cuyo enfoque por lo general es hacia la anticoncepción).
“Estados Unidos ha reconocido desde hace mucho tiempo el derecho de los padres a dirigir la educación de sus hijos, pero ahora estamos viendo un esfuerzo concertado de la izquierda para excluir a los padres”, dijo el Senador Hawley en un comunicado de prensa [3].
Es importante que los gobiernos reconozcan el derecho de los padres a ser los primeros educadores y a conocer el tipo de educación que reciben sus hijos en las escuelas. Por ello es positivo que se creen leyes que protejan esos derechos y que establezcan medidas para que el gobierno tenga una mayor transparencia sobre los procesos y contenidos educativos. Este tipo de acciones ayudan a evitar que se imponga una educación ideologizada en las escuelas.
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