El pasado 23 de octubre se celebró el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil. El objetivo de conmemorar esta fecha es frenar la mortalidad de niños menores de 5 años y de sus madres por complicaciones que pudieran surgir durante el parto. Sin embargo, no debemos perder de vista que toda vida vale desde el momento de su concepción [1].
Especialistas indican que el derecho a la vida es un derecho humano básico. Ninguna persona puede ser privada de este derecho pues esto conlleva a la eliminación de la existencia [2].
El activista Nelson Mandela expresó hace años que: “El derecho a la vida es el más fundamental de todos los derechos humanos, ya que sin él, los demás derechos carecen de significado y valor” [3].
De igual manera, el ex senador José María Martínez Martínez, reflexionó que la vida es un derecho fundamental establecido en documentos nacionales e internacionales y que este es el primero de todos los derechos. Dijo que es inviolable y que no admite alguna excepción. A esto agregó: “Lo anterior exige tener conciencia de que el ser humano en gestación es persona en simbiosis transitoria y no deja de serlo por depender provisionalmente del organismo materno. Pensar lo contrario y decidir quién y cuándo es humano resulta verdaderamente grave”. Además, expresó que concibe la vida humana no solo como un derecho, “sino también como un valor que debe transmitirse de generación en generación” [4].
Como bien indican los expertos, el derecho a la vida forma parte de los derechos y tratados universales. Es un derecho fundamental que ha estado en debate en múltiples ocasiones y que no debe ser negociable. Continuemos uniéndonos para exigir a las autoridades que nos representan que protejan el derecho a la vida desde la concepción y hasta su muerte natural.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
