En 2016, un análisis de los datos del Estudio Longitudinal Nacional de Salud de Adolescentes y Adultaoa, arrojó que cuando una mujer se practica un aborto se incrementa en un 23% el riesgo de padecer algún trastorno mental. Asimismo, un estudio realizado en este 2023, indicó que el estrés que se sufre al practicarse un aborto deteriora la salud mental y emocional [1].
En 2013, David Fergusson, investigador abiertamente proaborto concluyó que “No existe ninguna evidencia que indique que el aborto tiene efectos terapéuticos que reduzcan la posibilidad de problemas relacionados con la salud mental para tratar los embarazos no deseados o no planeados” [2].
Se puede concluir que el aborto contribuye al deterioro de la salud mental de algunas mujeres; diversos estudios han indicado que aun cuando la mujer tenía un historial previo de problemas de salud mental, el aborto es un factor independiente que por sí mismo causa un daño en la salud mental [3].
El aborto no trae ningún beneficio para la salud de las mujeres, lo que sí es evidente es que provoca un deterioro importante en la salud mental de las madres gestantes y acaba con la vida del hijo por nacer.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
