México enfrenta niveles históricos en cuanto a los números de denuncias por delitos sexuales y contra la familia. Las estadísticas de incidencia expuestas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que “el número de delitos contra la familia, denunciados en el primer semestre de 2021, ascienden a 149,550, cifra que contrasta con la del primer semestre de 2020, cuando se contabilizaron 119,335, es decir, hay un incremento, entre ambos periodos, de 25.31 por ciento” [1].
Por otro lado hubo un incremento en las carpetas de investigación por violencia familiar de 23.65% de 2020 a 2021, comparando los primeros semestres de ambos años. En cuanto al delito de abuso sexual el incremento fue de 26.2% en el mismo lapso [2].
La violencia en México ha llegado a tales niveles que desafortunadamente está afectando a la célula fundamental de la sociedad que es la familia. Es urgente que el gobierno implemente acciones o monitoree más puntualmente las que ya se realizan para acabar con la violencia intrafamiliar, los delitos sexuales y de cualquier otro tipo. Se requieren acciones concretas para solucionar la violencia desde el interior de las familias; una de ellas puede ser implementar programas de educación en temas como resolución de conflictos, comunicación, formación de padres, entre otros temas.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
