Recientemente el Ministerio de Salud de Canadá publicó el “Tercer Informe Anual sobre la Asistencia Médica para Morir en Canadá (2021)” el cual presenta los informes de médicos o enfermeros que colaboraron para cometer eutanasias. Al comparar estos datos con los del segundo informe, se muestra que hubo 10 064 eutanasias en 2021, en cambio, hubo 7 603 en 2020 (la diferencia ya es significativa en tan solo un año), 5 661 en 2019, 4 480 en 2018, 2 838 en 2017 y 1 018 en 2016 [1].
El informe también expuso que debido a la aprobación del proyecto de ley C-7 en el mes de marzo de 2021, un 2.2% de las muertes asistidas fueron de aquellas personas “cuya muerte natural no era razonablemente previsible” [2]. Con la aprobación de dicho proyecto de ley el gobierno federal amplió la elegibilidad para cometer eutanasia y esto hizo más accesible el alcance de dicha práctica en este país [3].
En Canadá ha aumentado de forma preocupante el número de personas que se quitan la vida por medio de la eutanasia. De 2020 a 2021 aumentó más de un 30%, y en seis años, el incremento fue de alrededor del 1000%. Esto nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad de acompañar a las personas en su dolor sin orillarlas a quitarse la vida o presionar a sus familiares a tomar la decisión por ellas.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.