El pasado 21 de mayo se llevó a cabo la Marcha Nacional por la Vida en Roma, Italia. De acuerdo con el periódico La Repubblica asistieron cerca de 40 000 personas a este evento [1].
Massimo Gandolfini, médico y presidente de la asociación Defendamos a nuestros niños, dijo que una gran parte de la población italiana está preocupada por la eutanasia de los ancianos, el invierno demográfico de Europa y por el aborto, que cobra la vida de alrededor de 100 000 niños en Italia cada año.
Anualmente con esta marcha se pide proteger el derecho a la vida de aquellos que ya están en el vientre de sus madres. El evento se realizó de manera pacífica; miles de jóvenes cantaban y bailaban para manifestarse a favor de la vida humana. El recorrido de la marcha comenzó en la Plaza de la República y terminó en la Basílica de Letrán [2].
En Italia el aborto es legal en todo el país hasta las 13 semanas sin causales. Se legalizó en 1973 incluso ante la fuerte oposición del papa en ese momento, Pablo VI. Asimismo, la mifepristona (pastilla abortiva) se legalizó en 2009. El Papa Francisco reconoció los esfuerzos de esta marcha al día siguiente en su aparición pública de los domingos. Alentó a la audiencia a cuidar y defender toda vida humana, así como a no silenciar la voz de nuestra conciencia [3].
La Marcha por la Vida es un gran acto de participación ciudadana en donde de manera pacífica los ciudadanos alzan la voz a favor de los más desprotegidos y vulnerados, los hijos en el vientre materno.
ConParticipación
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
