El pasado 13 de junio se publicó un artículo anónimo en “The Federalist” un medio informativo de Estados Unidos, en el cual una madre adolescente expresaba su gratitud hacia un centro de embarazos que la apoyó, acompañó y ayudó con las atenciones necesarias para decirle sí a la vida de su hijo [1].
La joven quedó embarazada a una corta edad y en un ambiente familiar complicado, por lo que para ella la decisión de traer un hijo al mundo era algo impensable. Un maestro de su preparatoria le recomendó acudir al Centro de Atención Familiar y de Embarazo en Leesburg, Florida. Dicho centro realiza ultrasonidos a mujeres que consideran el aborto “para ayudar a las madres a ver el milagro de la vida confiada a su cuidado y a considerar las consecuencias de su decisión” [2].
Al confrontarse con la realidad del aborto la joven madre decidió seguir con su embarazo, decisión que le trajo una gran paz, aún sabiendo que podría atravesar por grandes dificultades. El apoyo recibido por las personas del centro fue otra de las razones que influyeron en su decisión. “Decidí compartir mi historia para mostrarle a otras mujeres que hay esperanza, amor y sanación para ellas”, expresó la joven madre [3].
El embarazo en adolescentes es un problema creciente en el continente americano. Es necesario que desde diferentes frentes se atienda esta problemática de una manera integral, salvaguardando ambas vidas y ayudando a las madres jóvenes a poder construir un proyecto de vida que garantice estabilidad para sus familias.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
