En el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, la organización World Vision México (WVM) denunció que hoy en día existen alrededor de 1.5 millones de niños y adolescentes realizando trabajos domésticos o quehaceres en lugares peligrosos, lo cual los expone a condiciones inadecuadas, medios insalubres y horarios prolongados. El pasado 12 de junio, Javier Ruiz, director general de World Vision México y España, expresó que muchos niños abandonaron sus estudios para contribuir con algún ingreso a la economía familiar [1].
Ruiz señaló que es probable que después de la pandemia se haya incrementado el número de menores de edad que trabajan en empleos ilegales e irregulares. Expresó que 5 de cada 10 menores de edad que se encuentran en esta situación, son niñas y adolescentes de zonas rurales. “Estas actividades ponen en riesgo la salud y educación de las menores de edad, privandoles de derechos fundamentales como el descanso y la recreación”, puntualizó [2].
Asimismo, la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL) indica que nuestro país es el segundo de Latinoamérica que tiene más casos de trabajo infantil. Como una forma de prevenir lo anterior, la WVM implementó un programa llamado “Campos de Esperanza”, el cual suma los esfuerzos del sector privado y los gobiernos federal, estatal y municipal de Baja California, Chihuahua, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz. Su objetivo es prevenir el trabajo infantil, así como velar por los derechos laborales y condiciones dignas de trabajo [3].
Es lamentable que sean muchos los niños que tengan que trabajar para apoyar al ingreso familiar. Gobierno y sociedad deben tomar acciones para erradicar el trabajo infantil y que todos los niños de México puedan ser partícipes de sus derechos como el derecho a estudiar. Debemos cuidar que los niños sean protegidos física y mentalmente y que tengan una vida que les permita desarrollarse de forma integral.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
