La pandemia ha generado nuevas empresas de telemedicina en los Estados Unidos. Entre ellas han surgido empresas de telemedicina dedicadas a cometer abortos [1]. Un factor que influyó fue la orden de un juez federal de Maryland que suspendió las restricciones del gobierno americano –a través de la Food and Drug Administration (FDA)- para distribuir píldoras abortivas durante la contingencia sanitaria [2].
Con el aborto vía telemedicina (online) la eliminación de la vida del hijo se considera como un “servicio garantizado” además de arriesgar la salud de la mujer. Cuando la sociedad se acostumbra a relativizar el valor de la vida humana se corre el riesgo de tratarla como un producto que se puede comercializar e incluso descartar sin tomar en cuenta los riesgos o las implicaciones.
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