La presidenta de la mesa directiva del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, propone que se elabore una reforma para que sea obligatorio para el Estado impartir la ESI (Educación Sexual Integral) y reproductiva a partir de los 12 años [1].
Sánchez Cordero señaló que los niños deben recibir la educación sexual integral como un derecho derivado del derecho a una salud mental y física, así como el derecho a una vida libre de violencia y de discriminación. Para la senadora, actualmente los niños ejercen el “derecho a su sexualidad” pero sin educación ni prevención. “Sin prevenir los embarazos”, subrayó [2]. Sin embargo, la funcionaria pasa por alto que los menores no tienen la madurez suficiente para tener actividad sexual ni para enfrentar sus posibles consecuencias. Además, lo que el gobierno considera una educación sexual integral, en realidad es información que genera una gran confusión para niños y adolescentes, pues se mezclan en ella ideologías contrarias a la ciencia.
La reforma que propone Sánchez Cordero incluye modificar el artículo 38 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, y los artículos 4 y 58 de la Ley General de las Niñas, Niños y Adolescentes [3].
Si bien la educación sexual que reciban los niños y adolescentes es importante, es necesario que sea una educación basada en la totalidad de la persona y no solo en su genitalidad. Además no puede pasar por alto la prioridad que los padres de familia tienen como primeros educadores de sus hijos. La ESI (Educación Sexual Integral) es una forma de desinformación.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
