De acuerdo con los resultados estadísticos de mortalidad presentados por INEGI, existe un incremento importante en la cifra anual de defunciones accidentales y violentas desde hace al menos tres décadas. Los indicadores muestran que tres de las cinco causas de muerte más importantes en el grupo de edad de 14 a 29 años son agresiones (homicidios), accidentes y el suicidio [1].
De 1991 al 2000, el promedio anual resultó en alrededor de 56 782 casos de accidentes, homicidios y suicidios. En la década del 2001 al 2010, el promedio anual creció a 57 018 casos, sin embargo, hay que subrayar que en el periodo de 2006 al 2010, el promedio ascendió a 61 797 casos por año lo que significa el 8.38% más que los cinco años anteriores. Del 2011 al 2015, creció a ubicarse en 70 772 casos anuales, un 14.5% más que los cinco años anteriores. Finalmente, entre el 2016 y 2021, la cifra llegó a 81 379 en promedio, lo que significa un incremento del 14.9% respecto a los cinco años previos y un 31.6% con relación a la década anterior [2].
También los suicidios registran un aumento constante desde 1991 hasta 2021. En 1991 el INEGI reportó 2 120 casos, y para el 2000 la cifra llegó a 3 475, es decir, hubo un aumento del 63.9% en el número de suicidios en ese periodo.
Es palpable el incremento de violencia en nuestra sociedad. En el seno de las familias también existe violencia que genera problemas de depresión, suicidios y otras afecciones emocionales. Recordemos que el suicidio es una de las mayores causas de muerte entre los jóvenes a nivel mundial. Seamos sensibles para detectar, ayudar y canalizar a quien tenga un problema de salud mental. Siempre será bueno estar abierto a escuchar, sin embargo, la ayuda de un profesional es muy recomendable para llegar a la raíz del problema y salir de él.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
