La ideología de género, en su empeño por influir en la cultura y en la sociedad, ha logrado introducirse incluso en grandes empresas y organizaciones, algunas de las cuales han adoptado sus ideas y las han intentado introducir en sus productos y campañas —muchas veces por moda o conveniencia, otras debido a que han sido víctimas de la manipulación ideológica—.
Lo más preocupante quizá es que muchas veces estos productos “ideologizados” van dirigidos a uno de los sectores más vulnerables: los menores de edad. Pero vemos que los ciudadanos están despertando y tomando acciones para manifestar su desacuerdo en que se intente influir a los niños con este tipo de ideas. En este blog te compartimos dos casos en los que se ve este hartazgo de la ciudadanía, quien ha castigado a estas compañías mediante acciones como dejar de consumir sus productos, lo cual les ha ocasionado grandes pérdidas monetarias.
Despertar de la ciudadanía ante la imposición ideológica a los niños
En los últimos meses hemos visto cómo diversas empresas han realizado campañas de marketing en las que se incluyen anuncios, comerciales y venta de artículos o ropa para introducir la agenda de género en la sociedad. Está claro que el objetivo primario de estas marcas es el adoctrinamiento de los niños, sin embargo, se ha originado un movimiento en Estados Unidos que ha llamado al boicot de estos productos por impulsar agendas políticas que pueden perjudicar a la niñez. En esta ocasión nos enfocaremos en dos de ellas: el boicot a Bud Light y a Target.
Bud Light
A principios de abril de este año la empresa de cerveza Anheuser-Busch, productora de Budweiser, se vio envuelta en una controversia a nivel mundial, todo esto debido a la estrategia de publicidad para la promoción de uno de sus productos más conocidos, la cerveza Bud Light.
La empresa estadounidense contrató a una celebridad de TikTok, Dylan Mulvaney, un hombre que se siente mujer y que es muy conocido en las redes sociales debido a su serie titulada “Days of Girlhood” (Días de la niñez femenina), en donde habla acerca de su “transición” de hombre a mujer [1].
En los últimos años diversas empresas han sufrido las consecuencias de acoger la ideología woke, término de lengua inglesa que se ha usado para englobar movimientos e ideologías progresistas radicales o de izquierda (lo que se conoce como ideología woke en inglés). En general dichas consecuencias han sido de tipo económico e incluso se tiene un dicho en nuestro país vecino que describe esto: “Get Woke, Go Broke” (cuya traducción aproximada sería “Hazte woke, ve a la quiebra”). En otras palabras, este dicho hace alusión a que si alguna empresa decide impulsar dicha agenda sufrirá pérdidas en sus ventas y acciones.
Este también fue el caso para Bud Light, no solo por la completa lejanía que hay entre el tipo de consumidores de esta cerveza y el personaje escogido para el marketing de esta, sino también debido al hartazgo que hay en la población de la publicidad ideologizada. La decisión de la empresa de contratar a esta persona llevó a que una cantidad impresionante de consumidores de cerveza empezaran una movilización en redes sociales, misma que fue clave para que el boicot a Bud Light fuera tan exitoso [2].
Esto ocasionó que las ventas a nivel nacional de Bud Light disminuyeran de manera rápida. Hasta el 20 de mayo de este año, las ventas de la cerveza americana habían disminuido en un 25.7% según The New York Post. Las pérdidas fueron estrepitosas para la empresa Anheuser-Busch, en tan solo unas semanas, según el Dow Jones Market Data Group, a mediados de abril la capitalización de la empresa había caído un 5.02%, con lo cual perdió 4 562 millones de dólares [3]. En la actualidad se estima que la pérdida en capitalización de la empresa estadounidense se eleva a los 7 700 millones de dólares [4].
Target
El ejemplo más reciente de esta misma situación es lo sucedido con la empresa Target, en donde vemos una vez más el adoctrinamiento que impulsan las empresas para empujar la agenda de género en los niños.
Al ser junio se observa que diversas empresas se han subido al barco del “Pride Month” (el “mes del orgullo”, así se ha denominado al mes de junio para promocionar la ideología LGBT); este fue el caso de Target, una de las tiendas más reconocidas en todo el territorio estadounidense. La controversia de Target se originó debido a que la empresa lanzó una colección de ropa con mensajes y colores que se identifican con la ideología LGBT, que incluye ropa para niños y trajes de baño para mujeres trans.
Esto ocasionó que diversas personalidades condenaran la acción emprendida por Target y desató una ola de reacciones negativas en redes sociales, en las que se convocó a un boicot a la empresa estadounidense debido al adoctrinamiento que pretenden imponer en los niños.
Fue tanto el descontento en la población que las acciones de Target cayeron en un 17% de tal manera que la empresa registró una pérdida de más de 12 700 millones de dólares en las últimas dos semanas de mayo, según informó The New York Times. Debido a la reacción de la sociedad, Target se vio obligado a retirar la línea de ropa [5].
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Es hora de unirnos como sociedad civil ante este tipo de acciones. Hay que lanzar un mensaje claro y contundente de que no dejaremos ni aceptaremos que nadie se meta con los niños. Es momento de tomar conciencia sobre lo que está sucediendo en el mundo y en nuestra realidad. Para ello te invitamos a que te suscribas a nuestros boletines y a que nos sigas en redes sociales, pues a través de estos medios te informamos y te ofrecemos un análisis de los temas de actualidad con base en los valores fundamentales. De esta forma tendrás herramientas y argumentos para defender dichos valores y para exigirles a nuestros representantes que cuiden la inocencia e integridad de la niñez.
Hace unas semanas nuestro director, Marcial Padilla, participó en un foro en la Cámara de Diputados sobre las ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género). Marcial representó tu voz ante las instancias gubernamentales, defendiendo la libertad que tienen todos los padres de educar a sus hijos, y la libertad de las personas de acudir a terapias profesionales, si así lo desean. Debido a la participación de nuestro director se logró que la iniciativa para prohibir las ECOSIG no pasara al pleno.
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ConParticipación
Fuentes:
[1] https://gaceta.es/mundo/dylan-mulvaney-o-la-crueldad-del-capitalismo-moralista-20230416-0640/
