El 15 de septiembre en Nueva York, EE. UU., un bebé de tan solo un año de edad murió por exposición al fentanilo en una guardería del barrio del Bronx. Tres menores más que se encontraban en la misma guardería fueron también hospitalizados de emergencia [1].
Se informó que la policía recibió una llamada de auxilio al 911, en la que se reportó a un infante en estado crítico de salud. El bebé fue identificado como Nicholas Dominici y fue hallado inconsciente en la guardería, por lo que fue trasladado de inmediato al Centro Médico Montefiore, sin embargo, minutos después de su llegada murió. En la misma institución fueron hospitalizados otros dos menores que se encontraron en la misma guardería inconscientes. Un cuarto niño de dos años de edad fue llevado al BronxCare Health System pues su madre detectó un comportamiento extraño en el menor. Se determinó que también había estado expuesto a fentanilo, afortunadamente, se reportó estable [2].
La policía detuvo a dos personas sospechosas y encontró en las instalaciones de la guardería una «prensa de kilos», que son usadas normalmente por traficantes de drogas para envolver grandes cantidades de sustancias ilegales [3].
Este suceso pone de nuevo en el debate social el peligro que implica el fentanilo ilegal. En este caso el hecho es aún más grave pues fueron menores de edad quienes estuvieron expuestos a la droga, y se perdió lamentable la vida de uno de ellos. Es necesario que las autoridades sigan promoviendo la peligrosidad de esta sustancia como droga ilegal, y la importancia de que al ser usada como medicamento se haga únicamente bajo supervisión médica.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
