En Escocia se realizó el censo anual que debía ser contestado a más tardar el 20 de marzo de 2022 por alrededor de 2.7 millones de familias. Dicho censo se ha convertido en una gran controversia para el país y el mundo entero pues se permitió que los padres eligieran el sexo que mejor pensaban que le quedaba a sus hijos, sin importar el sexo registrado en el certificado de nacimiento [1].

Toda la situación se desencadenó cuando un padre de familia hizo una llamada a la línea que daba soporte sobre el censo para preguntar si era posible no mencionar el sexo de su hijo ya que lo estaban educando como “género neutral”. La persona que asistió la llamada le comentó que era necesario que eligiera alguno de los dos sexos pero que no tenía que coincidir con el registrado en el certificado de nacimiento. Así los padres podían elegir por su hijo qué sexo registrar sin importar si eran varones o mujeres [2]. Ante esto hubo críticas que señalaron que este enfoque se burla del proceso y dificulta la planeación de servicios públicos como la educación, la atención médica y los servicios sociales.

Susan Dalgety, ex asesora del primer ministro Jack McConnell, mencionó que lamentaba la situación y juzgó el hecho como una locura. Cuestionó: “¿Qué tipo de gobierno permite a los padres ‘elegir’ el sexo de su hijo? Para efectos del censo, esto no se trata de justicia social o igualdad” [3].

Es lamentable que incluso los sistemas más importantes de medición y captación de información sobre los ciudadanos se vean vulnerados por ideas que promueven una falsa libertad, y que por el contrario, ponen en gran riesgo a la población. La información recabada en el censo de Escocia no podrá ser tomada como fidedigna y será necesario consultar información de otras fuentes para la toma de decisiones. Es grave que esto suceda pues cada vez nos alejamos más de la realidad y de la información verificada.

ConParticipación

[1] https://www.scottishdailyexpress.co.uk/news/scottish-news/scotlands-census-gone-plain-crazy-26509716

[2] Ibíd.

[3] Ibíd.