A raíz de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que una mujer puede ampararse contra las leyes que penalizan el aborto, aún si estar embarazada, la Arquidiócesis Primada de México señaló que esto permite que las organizaciones que lucran con el aborto, a través de un amparo, puedan combatir los códigos penales de los estados. De esta forma podrían lograr la desaparición penal del aborto [1].
A través de una editorial en la revista digital “Desde la Fe”, la Arquidiócesis Primada de México, hizo hincapié en que es muy delicado que lo que regulan los Congresos (como Poder Legislativo) y lo que definen los gobiernos en cuanto a materia de política pública (como el Poder Ejecutivo), se está invalidando por el poder judicial. Esto lo hacen aprovechando su interpretación en materia de derechos humanos de tal forma que intentan ordenar e imponer. Sin embargo, sobre esto la Arquidiócesis comenta: “Pero aquí surge una observación muy importante: los criterios de la Corte no son obligatorios para el Poder Legislativo a la hora de elaborar leyes, y esto ha sido sostenido públicamente por algunos ministros de la Corte en sus votos particulares” [2].
Agregó: “La SCJN ha dicho que la vida del concebido aún no nacido debe protegerse de manera gradual; esto nos hace generar otras preguntas: ¿por qué una vida humana se protege de manera gradual y no absoluta? ¿Cuáles son los criterios científicos, filosóficos, jurídicos o de derechos humanos que sustentan que proteger una vida de manera gradual se pueda llamar justicia?” [3].
Es sumamente preocupante esta resolución de la SCJN en la que prácticamente se impone a nivel nacional el aborto por medio de amparos. El aborto no es un derecho, es una tragedia que atenta contra la vida de la madre y la del hijo en gestación. Esta acción impacta gravemente el derecho a la vida.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
