La Administración de Biden está ejerciendo presión sobre el gobierno de Guatemala para que retire su adhesión a la Declaración de Consenso de Ginebra provida, un acuerdo que aboga por la protección de la vida, la salud de las mujeres y la familia. A pesar de que treinta y seis naciones, incluida Guatemala, han suscrito este documento, Estados Unidos, bajo el liderazgo de Biden, ha optado por retirarse. Como respuesta, senadores estadounidenses han expresado a través de una carta su respaldo al presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, instándolo a mantenerse en la coalición. La decisión de Biden de abandonar el acuerdo se percibe como un intento por avanzar en la promoción del aborto a nivel global.
El presidente Arévalo, quien comenzó su mandato en enero, fue recibido en la Casa Blanca la última semana de marzo y se reunió tanto con el presidente Biden como con la vicepresidenta Kamala Harris. Se anunciaron varias medidas, incluida una ayuda inicial de 170 millones de dólares. Los defensores de la vida dijeron al Friday Fax que creen que la administración Biden está utilizando su influencia en Guatemala para despenalizar el aborto.
A pesar de estas acciones, Guatemala ha sido elogiada por sus progresos en materia de salud femenina desde que se unió al acuerdo provida [2].
Guatemala se ha caracterizado por su entereza en la defensa de la mujer embarazada y su bebé por nacer. La presión que ejerce la administración de Biden resulta lamentable e incluso pareciera un poco desesperada. Esperemos que Guatemala permanezca firme, así como otros países que también están siendo presionados para abandonar la Declaración de Consenso de Ginebra.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
