Hace 75 años el mundo se unía en un pacto moral trascendental: la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Este documento, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, representa un hito en la historia de la humanidad, marcando un compromiso global con la dignidad, la libertad y la igualdad para todos los seres humanos. Al conmemorar este aniversario, es esencial reflexionar sobre la importancia de la DUDH y su relevancia en un mundo que sigue enfrentando desafíos en materia de derechos humanos [1].

La Declaración Universal de Derechos Humanos surgió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la intolerancia y el totalitarismo aún estaban frescas en la memoria global. Su redacción, liderada por figuras destacadas como Eleanor Roosevelt, buscó establecer un conjunto común de principios éticos que pudieran servir como guía universal para garantizar la libertad, la justicia y la paz. Hoy, sus 30 artículos continúan siendo la piedra angular de los esfuerzos internacionales para proteger y promover los derechos fundamentales.

En primer lugar, la DUDH destaca la universalidad de los derechos humanos, subrayando que son inherentes a todos los individuos, independientemente de su origen étnico, género, religión o cualquier otra característica. Este principio fundamental reconoce la igualdad intrínseca de todos los seres humanos y sirve como antídoto contra la discriminación y la intolerancia. Sin embargo, aunque hemos avanzado significativamente en la promoción de la igualdad, aún enfrentamos desafíos persistentes, desde la discriminación hasta la persecución religiosa.

La DUDH también defiende derechos fundamentales como el derecho a la vida, a libertad de expresión, el derecho a un juicio justo y  debido proceso. Estos principios son esenciales para la construcción de sociedades justas y democráticas. A pesar de los avances, muchos lugares del mundo todavía ven amenazada la libertad de expresión y la independencia judicial. La lucha contra la impunidad y la promoción de sistemas legales justos siguen siendo imperativos para garantizar que los derechos consagrados en la DUDH no sean meras aspiraciones, sino realidades tangibles.

El 75.º aniversario de la DUDH también nos invita a reflexionar acerca de la manera correcta de defender e interpretar los derechos humanos. En las últimas décadas, hemos visto un alejamiento importante de los valores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en las instituciones públicas y privadas de carácter internacional, un ejemplo de ello es la ONU. Pareciera que en ocasiones su actuar contradice lo pactado por la DUDH. 

Tomemos diversos ejemplos, como es buscar la imposición, a través de acuerdos y resoluciones, del aborto, la ideología de género y una restricción importante a la libertad religiosa que en algunos casos tiene el riesgo de convertirse en persecución. La ONU, a través de sus organismos asociados, planes y programas, se ha encargado de impulsar acciones que vulneran el derecho a la vida de los no nacidos, con lo cual viola un derecho vital para el goce de los demás derechos plasmados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. 

Asimismo, sus acciones han sido inspiradas por distintas “teorías” o ideologías como la de género, misma que concibe al ser humano como un mero constructo con la capacidad de separar su naturaleza biológica del resto de sus dimensiones y expresiones “culturales”. La ONU ha impuesto poco a poco este tipo de ideas, mismas que han afectado de manera general pero especialmente a niños desde una temprana edad. Muchos menores de edad viven hoy en sus ambientes sociales el resultado de esta imposición de ideologías, muchos sufren confusión  con respecto a su identidad sexual y carecen de una educación sólida en este tema en las escuelas, pues la influencia de la ideología de género ha llegado a los programas educativos oficiales. Al imponerse esta corriente de pensamiento los padres han visto afectado su derecho fundamental de educar a sus hijos según sus convicciones y en plena libertad. 

México ha sido también influenciado por muchas formas de pensamiento,  particularmente a través de las leyes. Muchas de ellas han surgido o se han modificado como consecuencia de las decisiones que se toman en asambleas o reuniones de las Naciones Unidas en las que nuestro país participa. 

Si bien la DUDH representó un avance importante en el respeto de los derechos humanos, esta declaración está muy lejos de ser lo que alguna vez significó debido a un mal manejo e interpretación por parte de las instituciones que velan por su cumplimiento. Está en nosotros respetar el espíritu verdadero de la DUDH y velar por el respeto pleno de los derechos de todos, incluyendo los de los más vulnerables, entre ellos, los hijos por nacer. 

ConParticipación

[1] https://www.ohchr.org/es/stories/2022/12/udhr-75-dignity-freedom-and-justice-all