La Iglesia católica en Guerrero intervino en la situación de violencia en el estado durante la segunda semana de enero, buscando la pacificación tras una serie de eventos violentos, incluyendo asesinatos, asaltos y quema de vehículos. A pesar de los esfuerzos de los sacerdotes y obispos, grupos delictivos como «Gente de la Sierra» y «Gente del Señor Gavilán» anunciaron su intención de continuar operando en la región [1].
En medio de esta crisis, la relación entre la Iglesia y el crimen organizado generó controversia. A pesar de lo anterior, el presidente de México expresó su aceptación sobre estos acercamientos, pero subrayó que la seguridad debe ser responsabilidad de las autoridades estatales y federales. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, enfrenta críticas mientras grupos delictivos desafían la tregua, y la violencia persiste en la región, un ejemplo de esto es el reciente asesinato de Joaquín Alonso Piedra, exsuegro de la gobernadora [2].
Es impactante conocer la realidad de inseguridad que se vive en algunos estados del país, la cual vulnera la dignidad de las personas de distintas maneras. Construir un México seguro es tarea de todos.
ConParticipación
Fuente:
[2] Ibíd.
