El Estudio Global sobre Homicidios, publicado el 8 de diciembre de 2023 por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), destacó que la presencia de grupos de crimen organizado no siempre se traduce en una alta tasa de violencia letal. De acuerdo con este informe, México se encuentra entre los diez países con las tasas más altas de homicidios en América Latina y el Caribe, ocupando el décimo lugar en 2022 entre 23 países con datos disponibles de la región (América Latina y el Caribe) [1]. 

Aunque la tasa de homicidios en México ha disminuido levemente, el país sigue siendo uno de los diez más violentos de la región. La ONU sugiere que esta reducción podría deberse a la «pax mafiosa», es decir, una paz que se relaciona con la hegemonía de organizaciones criminales, como los cárteles de la droga, que buscan controlar territorios y mercados, influenciando así la delincuencia violenta [2].

El informe también señala que un análisis de datos a nivel municipal en México indica que una presencia muy elevada de delincuencia organizada en 98 municipios ha dado lugar a niveles más bajos de homicidios. Esto contradice la creencia común de que una mayor presencia del crimen organizado siempre se traduce en un aumento de la violencia. La ONUDD destaca que, en algunos casos, cuando la presencia del crimen organizado alcanza cierto nivel, la tasa de homicidios comienza a disminuir, lo que sugiere una compleja relación entre la actividad del crimen organizado y la violencia letal [3].

La tasa de homicidios en México sigue en niveles elevados, al igual que en todo el mundo, y a este fenómeno se añade ahora que en algunas partes disminuye el número de homicidios porque el crimen organizado ya logró convertirse en la autoridad de facto en ciertas zonas del país. De modo que después de la violencia viene la pérdida de la soberanía y el sometimiento al crimen.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://aristeguinoticias.com/0812/mexico/mexico-entre-los-10-paises-con-tasas-mas-altas-de-homicidios/

[2] Ibíd.

[3] Ibíd.