En un reporte que fue emitido en respuesta a una solicitud de transparencia en Inglaterra, que abarcaba información del 1.o de junio de 2019 al 31 de mayo de 2021, expuso que más de 10 000 mujeres que tomaron píldoras abortivas requirieron tratamiento médico hospitalario en el 2020. El reporte mostró que 1 de cada 17 mujeres que tomaron píldoras para abortar en el 2020, tuvieron efectos secundarios de gravedad por los cuales tuvieron que recurrir a tratamiento hospitalario [1].
Dicho reporte muestra que el 5.9% de las mujeres que recurrieron a las píldoras abortivas, requirieron tratamiento médico debido a que experimentaron abortos incompletos y conservaban partes de los bebés abortados en su cuerpo. El 3% requirió cirugía para remover los restos de su hijo no nacido después de que la píldora abortiva fallara, y el 2.3% fueron tratadas por hemorragias [2].
Sustancias como el misoprostol y la mifepristona no solo provocan la muerte del hijo en gestación, sino que producen daños en la salud, como trastornos cardíacos, del sistema nervioso, gastrointestinales y endocrinos, entre otros. Es necesario crear conciencia Además, la mujer que recurre al aborto químico en casa tampoco tiene la supervisión de un médico por lo cual los riesgos se incrementan. Es necesario crear conciencia sobre el consumo de estas píldoras y luchar para que las leyes las restrinjan, ya que normalizan la muerte de seres humanos aún no nacidos, además de poner en riesgo la salud de las mujeres que las consumen.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
