El pasado 31 de enero la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autorizó el uso de la autoprueba para detectar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Dicha aprobación permitirá garantizar el diagnóstico oportuno y canalizar a los servicios de atención en salud [1].
La prueba diagnóstica hace énfasis en grupos en situación de vulnerabilidad y desigualdad además de considerar aspectos sociales, nivel de exposición y prevalencias. La autoprueba se plantea en dos modalidades: una en la que la persona toma su propia muestra para someterlo al análisis y tener el resultado; y la otra que consiste en que la persona es instruida por un proveedor capacitado quien le brinda las instrucciones para interpretar los resultados [2].
Con dicha acción, se busca impulsar un mayor acceso a la población para realizarse la prueba diagnóstica y que tengan acceso al tratamiento de forma oportuna [3].
El VIH sigue causando graves problemas de salud a millones de personas. Es imprescindible concientizar sobre la importancia de prevenir el contagio y de diagnosticarlo a tiempo. Es un paso correcto el esfuerzo del gobierno para promover las autopruebas, sin embargo, aún falta voluntad en las autoridades para realmente tomar medidas que lo detecten y eviten el contagio por parte de quienes ya saben que son portadores.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
