La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló una “emergencia silenciosa” que está afectando a las mujeres: el nacimiento de bebés prematuros [1].
Actualmente la principal causa de muerte a nivel mundial de niños de 0 a 5 años, es el nacimiento antes de la semana 37 de embarazo. Se estima que entre los años 2010 y 2020, nacieron alrededor de 152 millones de bebés prematuros. Algunas agencias de la ONU como la OMS, la UNICEF, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la Alianza para la Salud Materna, Neonatal e Infantil, elaboraron el informe “Nacido demasiado pronto: década de acción sobre el parto prematuro”. Respecto a este informe Joy Lawn, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, señaló: “El coste de la inacción en la última década fue de 152 millones de bebés nacidos demasiado pronto. Si bien algunas regiones se ven más afectadas, el parto prematuro amenaza el progreso de la salud en todos los países. Una mayor inversión en el cuidado de recién nacidos vulnerables puede salvar a millones de familias de la angustia” [2].
Asimismo, el informe indica que la pandemia, el cambio climático, los altos impuestos y la contaminación, entre otros factores, incrementan los riesgos de natalidad y afectan la salud de las mamás [3].
Es lamentable que los nacimientos que ocurren antes de la semana 37 de embarazo, sean la principal causa de muerte infantil en el mundo. Es urgente que el gobierno, a través de las instancias de salud, trabaje en brindar la atención y cuidados necesarios para que las mujeres tengan la atención médica que les permita tener embarazos saludables y que lleguen a su término.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
