En ConParticipación trabajamos para mantenerte informado sobre los temas de actualidad que afectan a la familia y a la sociedad. Hoy en día existe un tema muy relevante que nos compete a todos y que generará un impacto importante en nuestro país: las pensiones. Por esta razón la Arquidiócesis de Monterrey organizó un evento, coordinado por ConParticipación, en el que invitó a un experto a hablar sobre este tema. El ponente fue el Lic. Jesús A. López, subdirector de Análisis Económico y Financiero de BASE, quien entre otras labores coordina la elaboración de estudios macroeconómicos sobre México y Estados Unidos. Además, colabora frecuentemente con entrevistas en medios financieros y brinda conferencias sobre temas económicos. 

El experto impartió una conferencia titulada «Pensiones en México, ¿qué podemos esperar?” [1], en cuya introducción hizo referencia a la iniciativa de reforma sobre ese tema que se acaba de hacer pública el pasado 5 de febrero, misma que trae algunas implicaciones relevantes. 

Conozcamos más sobre las pensiones

De acuerdo con el experto, las pensiones se pueden clasificar de varias formas: por un lado, está la pensión no contributiva, que es la pensión mínima, y que en palabras del ponente tiene el objetivo principal de “reducir vulnerabilidad y situaciones de pobreza”. Sobre este tipo de pensiones, el expositor agregó: “En un segmento de la población, normalmente estas previsiones están financiadas con recursos públicos y obviamente pues también están dentro del presupuesto”. Añadió que hoy es más relevante este punto ya que a nivel global, hay varios países que implementan este tipo de pensiones o literalmente entregan los recursos a la población, pero con ciertas cláusulas para conservar su naturaleza. 

En segundo lugar, indicó el experto, está la pensión de beneficio definido, la cual es una pensión que, en el caso de México, “se ha ido desfasando desde la ley del 97, y en la que hay una contribución tripartita: patrón/trabajador/federación”. Esa es igual que la de contribución definida, pero aclaró el experto que “la diferencia es que, en este caso, las pensiones se van pagando de forma paulatina”. ¿Cuál es el problema con esto? Que los recursos que van ingresando para el pago de pensiones no son suficientes. Existe también el problema de la insostenibilidad demográfica, es decir, “que en el tiempo no es posible mantener estas pensiones a largo plazo porque ya no existe la cantidad suficiente de recursos para hacer frente a los pagos”. López señaló que, a raíz de esto, hubo una modificación en 1997, año en el que se implementó la pensión de contribución definida.  Con este cambio, comentó López, “el pensionado obtiene derechos sobre los recursos que va a recibir. Cada uno es dueño de sus recursos y puede hacer aportaciones adicionales a estos recursos, adicional a los rendimientos de las inversiones en las administradoras de fondos para el retiro”. De esta forma, agregó, “al final de la vida de trabajo, a partir de esos recursos es que se define un pago o una pensión”. 

Por otro lado, está la pensión para adultos de bienestar de las personas adultas, en donde también entran las pensiones para personas con discapacidad, aunque en este tipo de pensión entra una porción muy pequeña de recursos que se asignan a ese grupo de la población.

El ponente subrayó que un tema importante es el del flujo de ingresos una vez que la persona se retira. Esto como proporción de los ingresos de la vida laboral, cuando es activo. Mencionó un ejemplo: “Si una persona ganaba $10 000 pesos al momento de retirarse, y recibe una pensión de $5 000 pesos, estamos hablando de una tasa de reemplazo del 50-100. El tema es que después de la ley de 97 y hasta el 2020, antes de que se hiciera la reforma, la tasa de reemplazo era muy baja. El promedio rondaba en un 25, 28% para los trabajadores”. El problema era a largo plazo ya que, si no se hacían modificaciones, una vez que llegara el retiro, las pensiones iban a estar en niveles muy por debajo de los ingresos que percibía el trabajador durante su vida laboral. 

Otra definición clave es la densidad de cotización. “Aquí lo que dice esta medida es el tiempo que el trabajador, durante su vida laboral, estuvo en el sistema de pensiones. Para acceder a las pensiones es importante tener un número de semanas cotizadas, entonces, si hay una persona que estuvo la mitad de su vida laboral en el sector informal, pues obviamente no va a tener el número de semanas cotizadas una vez que termina su vida laboral, o que ya califica para una pensión a los 65 años (…), por lo tanto, pues obviamente es un problema para acceder al beneficio de una pensión”, señaló el ponente.

Algo que resaltó el experto es que “lo que va a pasar, es que el 75% de los trabajadores, una vez llegando a la edad de retiro, no iban a poder entrar en este este ajuste, pues ya la densidad de cotización necesaria para poder acceder a estos recursos es del 34% y pues prácticamente entra en el 95% de los trabajadores en esa categoría”.  

Una de sus conclusiones sobre el tema es la siguiente: “Es necesaria la implementación de políticas públicas que permitan reducir la informalidad laboral, o sea, este esquema obviamente funciona mejor mientras más personas estén en el sector formal, y pensar en ese tipo de beneficios para personas que no se encuentran en el sector formal tienen efectos negativos”. Agregó que “a medida que más personas se integran en el mercado laboral y caen dentro de este esquema, va a haber un crecimiento gradual de los recursos que se destinan a las Afores, pero con el monto que hacen las aportaciones tanto del patrón como el sector público, pues sí se da un incremento significativo de esta proporción hacia adelante”. 

Continuó: “El Banco de México hace proyecciones de que el monto de recursos registrados en las Afores como proporción del PIB hacia el 2030, podría estar ya rondando niveles por arriba del 40% del PIB entonces, sí se espera que ya con esta reforma que entró en vigor en 2021, si se da esta tendencia, puede haber periodos en donde llega a haber escalonamientos, periodos de aceleración económica o problemas en la entidad económica. El hecho de que los trabajadores pueden hacer retiros de su ahorro para necesidades de corto plazo puede tener efectos sobre el monto de recursos en las Afores. Sin embargo, esto no es parte de una tendencia. No son periodos que tienden a ser de corto plazo”. 

En la siguiente parte de este interesante tema, hablaremos sobre un camino para construir en materia laboral y los impactos de continuar con esta iniciativa propuesta. 

ConParticipación

Fuente:
[1] Tomado de la conferencia «Pensiones en México, ¿qué podemos esperar?», dictada por el Lic. Jesús A. López, subdirector de Análisis  Económico y Financiero de Grupo Financiero BASE, 23 de febrero de 2024. Puedes ver la transmisión completa en la siguiente liga: https://www.youtube.com/watch?v=dHRcU9A2o9k