El pasado 6 de agosto la señora Gloria Angélica Careaga Pérez fue asignada a un cargo de reciente creación en la Organización de los Estados Americanos (OEA). La nueva posición se denomina “Comisionada para los Derechos de las Personas Trabajadoras Sexuales”. Llama la atención que la OEA considere como un “trabajo” a la prostitución, que para muchas personas —especialmente mujeres—, implica que sean explotadas e incluso verse forzadas a realizar esa actividad por ser víctimas de trata, y por supuesto, que sean vulnerados sus derechos y su dignidad.

La principal responsabilidad del puesto en cuestión es recopilar y reportar información acerca de la situación de acceso al derecho de las personas que se dedican a la prostitución en la región, así como brindar recomendaciones al Secretario General de la OEA ante los hallazgos en este sentido [1].

El Secretario General expresó que dicho nombramiento puede ayudar a que estas personas tengan mejores condiciones de vida,  como por ejemplo,  acceso a la justicia y a protección [2]. 

Cabe mencionar que la Sra. Careaga es psicóloga social, activista LGBT y feminista mexicana. Fue secretaria general de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas ILGA, así como directora y cofundadora de la Fundación Arcoiris [3].

Es lamentable que se vea al acto sexual como un objeto de comercio y, por tanto, a quien lo ofrece como un proveedor de dicho objeto que puede ser reemplazado por otro proveedor. Eso implica que el acto sexual no tenga una característica de relación entre personas, sino que únicamente sea una manera de satisfacer un deseo individual de placer. 

ConParticipación 

Fuentes: 

[1] https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-050/24

[2] Ibíd. 

[3] Ibíd.