A pesar de las presiones que hay en Texas, EE. UU. para que el Estado derogue la Ley del latido cardiaco (que prohíbe abortar a un hijo desde que se le detecta el latido cardiaco en la gestación), en la ciudad de Lubbock, Texas, se ha establecido una ordenanza local que la declara como “un santuario para los no nacidos”. Esto significa que sin importar lo que suceda con la Ley del latido cardiaco, en esa ciudad no se prevé que se practiquen abortos [1].
Aunque ha habido intentos de Planned Parenthood de demandar para invalidar la ordenanza, se ha desestimado bajo el argumento de que esta organización no tiene posición para demandar a la ciudad. Planned Parenthood no ha podido cometer abortos en la ciudad de Lubbock desde que se promulgó la ordenanza del santuario.
Es positivo que el estado de Texas permanezca firme en su postura de defender la vida humana desde la concepción. Texas puede ser considerado como un ejemplo de un gobierno y legislación que defiende la vida en todas sus etapas de manera persistente.
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