Amar no es mentir.

El amor se está convirtiendo en una emoción vaga. Pero amar no es mentir y el respeto no es indiferencia. A los niños no los enseñan a amar, sino a erotizarse. A los jóvenes, los enseñan a desconectar el amor y el placer. A los adultos nos están haciendo caer en miedo de ser educadores de nuestros hijos. ¡Basta ya!