La vida humana empieza desde la fecundación y te lo demuestro.

La ciencia es clara: desde la fecundación hay un hijo, con identidad propia y derechos. Desde que eras un cigoto ya realizabas funciones propias para sobrevivir, tenías 46 cromosomas y ADN propio. Eras un ser humano distinto de tus padres y tu desarrollo no se ha detenido desde la fecundación hasta el día de hoy.