La Universidad Estatal de Nueva York en EE. UU. suspende al estudiante Owen Stevens por publicar un video en su cuenta de Instagram y otras tantas publicaciones en sus redes sociales en donde expone que un hombre no puede convertirse en mujer y que una mujer no puede convertirse en hombre. Stevens fue denunciado por sus compañeros de clases y la universidad lo someterá a un «plan de reeducación». La institución mantiene su postura de suspenderlo hasta que retire el video de las redes sociales [1].
Es reprobable que una universidad que debe preparar a sus estudiantes y futuros profesionistas en forma científica suspenda a un estudiante por apegarse a la biología. Una casa de estudios no debe dejarse llevar por argumentos ideológicos sino apegarse a la ciencia. Además dichos argumentos fueron utilizados en las redes sociales y no en las aulas por lo que se está invadiendo su derecho a la libertad de expresión del estudiante.
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