En Suecia se dio marcha atrás al tratamiento de disforia de género con bloqueadores de pubertad y terapia hormonal cruzada para menores de 16 años, ya que son tratamientos riesgosos para la salud. Se subraya la importancia de dar prioridad a tratamientos psicológicos para este tipo de condición. De esta manera, Suecia se convirtió en el primer país en dejar de utilizar el “protocolo holandés” que permite la administración de bloqueadores de la pubertad a los 12 años –inclusive los permite a los 8-9 años en la fase temprana de la pubertad– y la terapia hormonal cruzada en menores de 16 años [1].
En el caso de la disforia de género hay que recordar que el cuerpo está sano, y es la mente la que confunde su identidad. Por ello es muy importante descartar cualquier desorden que pudiera ser tratado con algún tipo de terapia psicológica o dejar que con el paso del tiempo y la maduración de los adolescentes se resuelva, ya que el tratamiento con hormonas bloqueadoras de pubertad puede ocasionar consecuencias irreversibles.
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