Por lo general se dice que el embarazo y la maternidad son para la mujer etapas muy hermosas, que aún y cuando impliquen ciertas incomodidades físicas y emocionales, todo se compensa por la ilusión y la espera de su hijo. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la mujer no tiene el apoyo de su familia, por ejemplo, al embarazarse siendo muy joven y soltera? ¿O qué pasa cuando ese hijo es inesperado, o la situación económica de la familia es difícil? ¿O cuando el hijo es producto de un abuso sexual? La mujer puede encontrarse entonces sin el apoyo moral o económico de su familia o de su pareja, puede ser que experimente miedo al futuro, miedo de estar sola con un hijo, o tener la incertidumbre de cómo podrá sacar adelante a ese bebé. Y estando en esa situación ya de por sí complicada, con frecuencia recibe un mensaje que lejos de ayudarla o tranquilizarla la puede inquietar aún más, y peor aún, le puede cambiar la vida para siempre: “Aborta”.

Al parecer el aborto es la única solución que se ofrece a la mujer embarazada en dificultad. A través de las leyes y la cultura moderna, se nos ha vendido la idea de que el aborto es la única “opción” válida cuando la mujer por diversas circunstancias no puede, “no debería”, o incluso, no quiere tener un hijo. “La mujer tiene derecho a decidir”, dicen. Los derechos de las mujeres son un concepto que aparentemente es bueno. Todos estamos de acuerdo en que una mujer no debería ser maltratada, ni asesinada. Todos estamos de acuerdo en que a la mujer se le debe dar la misma oportunidad que al hombre de participar en todos los ámbitos de la sociedad. Pero eso es muy distinto a decir que la mujer debería poder acabar con la vida de un hijo.

Es cierto que la mujer tiene derechos, pero nadie tiene derecho a matar. El bebé en gestación también tiene derechos, el primero de ellos y el más fundamental, es el derecho a vivir. Pero en todo el discurso y la cultura a favor del aborto, no se habla de esto. En ningún momento se considera la vida del bebé en gestación, al bebé se le invisibiliza y solo se piensa en el “bienestar” de la madre. Pero matar al propio hijo nunca será la solución para el bienestar de la mujer.

Como sociedad hemos fallado al no darle el valor que se le debe dar a la vida del bebé en gestación. Y hemos fallado también en no brindarle a la mujer otra opción más que la del aborto. La mujer embarazada en situación de dificultad necesita apoyo moral, material, un apoyo real para salir adelante en su vida con su bebé. No necesita que le demos una “solución” que puede tener grandes implicaciones en su vida. Sí, el aborto tiene serios riesgos, de los que muy pocas veces se habla. Es común que a la mujer se le diga que aborte, pero también es común que no se le dé una información completa y confiable, que incluya los daños tanto físicos como psicológicos que puede sufrir al abortar. Hay estudios que así lo demuestran y vamos a hablar sobre ello.

Para empezar, el aborto, como cualquier procedimiento médico, tiene su riesgo. Hace tiempo el Dr. Juan Carlos Balcázar, ginecólogo, nos explicó detalladamente las posibles complicaciones de un aborto [1]: “Las complicaciones médicas que se pueden presentar en un aborto son las siguientes: número uno, hemorragia. No podemos como médicos establecer cuánto sangrado tendrá una paciente en un procedimiento médico quirúrgico. Es imposible delimitarlo”. La segunda complicación que mencionó es la perforación uterina: “Hemos entrado (al quirófano) a quitar una matriz por una perforación uterina debida a un legrado. Yo he entrado a retirar la matriz en pacientes que se les ha perforado el útero y no lo hemos podido reparar, y la cantidad de hemorragia es tal, que tenemos que pinzar las arterias que nutren al útero y tenemos que retirar la matriz en mujeres que no han tenido hijos”.

Todos estos riesgos de los que habla el Dr. Balcázar se mencionan en el Manual Merck de Diagnóstico y Tratamiento, que explica con detalle los métodos para realizar un aborto y sus posibles consecuencias. Es impactante leerlo. Una mujer que va a abortar, ¿sabrá que a partir de las 12 semanas de gestación se utilizan fórceps para “desmembrar y extraer el feto, y una cánula de aspiración para aspirar el líquido amniótico, la placenta y los restos fetales” [2]? Entre los riesgos médicos que la mujer puede sufrir al practicarse un aborto el Manual enumera [3]: perforación instrumental del útero (ya mencionada por Balcázar), o menos frecuentemente del intestino u otros órganos, hemorragias importantes por traumatismos o atonía uterina, laceración cervical, que pueden ser superficiales hasta desgarros cervicovaginales, en ocasiones con formación de fístulas [4]. Pienso que muchas mujeres desconocen todo esto cuando van a abortar.

Por otra parte, los promotores del aborto tampoco hablan de los daños psicológicos que puede sufrir la mujer y que han sido corroborados por varios estudios científicos serios. Uno de dichos estudios es el que realizó la Dra. Priscilla Coleman, que está basado en investigaciones realizadas de 1995 a 2009 sobre aborto y salud mental. La Dra. Coleman encontró que: “Las mujeres que se habían sometido a un aborto experimentaron un 81% más de riesgo de problemas de salud mental, y casi el 10% de la incidencia de problemas de salud mental se atribuyó al aborto” [5].

¿Cuáles son esos problemas de salud mental de los que habla la Dra. Coleman? El estudio señala que “el aborto está asociado con un mayor riesgo para 12 problemas mentales, incluyendo ataques de pánico, desorden de pánico, trastornos de estrés postraumático (PTSD), depresión mayor, desorden bipolar, y desorden de abuso de sustancias químicas” [6]. Estas enfermedades son reales y serias, y de estas posibles consecuencias casi no se habla cuando se difunde el aborto. Tan solo el trastorno por estrés postraumático implica graves repercusiones a la salud mental. El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM V) enumera los rasgos de este trastorno [7]:
1. Sueños o recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios del suceso traumático.
2. Reacciones en las que la persona siente o actúa como si se repitiera el suceso traumático (por ejemplo, escenas retrospectivas).
3. Reacciones fisiológicas intensas y/o malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático.

Hay mujeres que refieren haber tenido alguno o algunos de los síntomas mencionados después de haberse practicado un aborto.

Como ves la evidencia médica es clara. Los riesgos físicos y psicológicos de un aborto existen y están documentados. Al no informar a las mujeres de todo esto se está faltando a la ética médica y se les está engañando. El aborto no es precisamente la opción que le dará más bienestar a la mujer. No puede asociarse con bienestar el asesinato de un hijo, ni puede ser 100% seguro un aborto, aunque sea legal.

Presentar el aborto como única “solución” ante un embarazo es injusto, inhumano y además es faltar a la verdad. Sí hay otras opciones que aportan un verdadero bienestar a la mujer y el derecho a vivir del bebé es respetado. Existen organizaciones como VIFAC que dan apoyo a las mujeres embarazadas que están en una situación de necesidad o que no saben cómo salir adelante con su bebé. VIFAC les da hospedaje, alimentación, vestido, atención médica y psicológica, y hasta la enseñanza de un oficio. VIFAC “ayuda a las mujeres con embarazos no planeados a encontrar las alternativas que les permitan mejorar su vida” [8]. Es una institución muy sólida, con 33 años de existencia, y que tiene presencia en 21 estados de la República Mexicana.

Todos, gobierno, empresas, sociedad y organizaciones ciudadanas tenemos una responsabilidad de proteger a los más vulnerables. Las mujeres embarazadas muchas veces se encuentran en situaciones muy difíciles y requieren esa protección. Unamos esfuerzos para ofrecerles alternativas como la que ofrece VIFAC, o busquemos las soluciones adecuadas, pero no les demos como única opción el aborto. Asesinar a un hijo jamás será una solución. Con el aborto hay un riesgo real de daño para la vida de la mujer, y la vida del bebé en gestación se elimina cruel e injustamente. La solución es la vida. Vida para la mujer, vida para el bebé en gestación. Sigamos la Regla de los dos: que los dos vivan y que los dos estén bien, madre e hijo.

ConParticipación

Fuentes:
[1] Conferencia con el Dr. Juan Carlos Balcázar para ConParticipación. https://www.facebook.com/ConParticipacion/videos/284037288876129/
[2] Beers, Mark H. et al. El Manual Merck de Diagnóstico y Tratamiento (2007). España: Grafos, S. A. Undécima edición española. ISBN edición española: 978-84-8174-980-9.
[3] Ibíd.
[4] Las fístulas son producto de una lesión o cirugía, son conexiones anormales entre dos partes del cuerpo. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002365.htm
[5] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21881096
[6] https://www.irma.org.mx/docs/investigacion_familiar.pdf
[7] https://www.psychiatry.org/psychiatrists/practice/dsm
[8] http://vifac.org/quienes-somos/#historia