Mañana se cumplen 110 años del inicio de la Revolución Mexicana. Hace 110 años se marcó el final del Porfiriato bajo el lema “Sufragio efectivo. No reelección”. Siguieron algunos años de inestabilidad, pero también inició el camino para tener un país con instituciones estables y la construcción de las bases hacia una democracia la cual vino varias décadas después.
También empezó el camino para tener un México con leyes más solidarias entre la empresa y los trabajadores, con mayor preocupación por el bien de todos. Inició el proceso para contar con una seguridad social y un sistema de salud que pudiera prestar atención y servicio a millones de personas que antes no hubieran podido tener acceso a él.
Asimismo, inició el proceso que permitiera que la educación llegara a una gran parte de la población, de modo que ahora en todo México casi todos los niños y adolescentes podrían tener acceso al menos a la educación básica.
A más de un siglo de la revolución podemos preguntarnos ¿qué es lo que vivimos ahora? Somos responsables de nuestra democracia. Reflexionemos un poco si en lo que se relaciona con el gobierno de nuestro país tomamos solo lo que nos dan o exigimos lo que necesitamos. Creemos que hay que dejar la indiferencia, ser corresponsables. En este aniversario de la revolución tenemos que pensar también sobre cuáles son las prioridades de nuestros gobernantes.
Nos preocupa el descuido del gobierno hacia la familia. Vemos una elevada o acelerada descomposición de los núcleos familiares y el gobierno los desatiende pensando únicamente en temas relacionados con las minorías, sin pensar en la célula fundamental de la sociedad, que es la familia. Llegamos incluso a ver que algunos funcionarios en altas esferas del gobierno pretenden influir en el concepto de familia mediante ideas como la “democratización de las familias”, un enfoque de políticas públicas que busca cambiar el concepto de familia para considerarla ya no como la primera comunidad del ser humano, sino como una “unidad democrática” en la que hay que evitar la «opresión patriarcal».
Si quieres saber más sobre la democratización de las familias consulta nuestros blogs:
https://conparticipacion.mx/democratizacion-de-la-familia-parte-1/
https://conparticipacion.mx/la-democratizacion-de-la-familia-parte-2/
Nos preocupa también la relajación en las leyes sobre las drogas, lo cual trae como consecuencia la afectación de la salud de todos. Se privilegia el acceso de la marihuana a grupos minoritarios, que argumentan que tienen “derecho” a consumirla sin pensar en el daño que le pueden causar a los demás. Miles, millones de jóvenes pueden verse expuestos a adicciones y a graves problemas de salud física y mental por la relajación de las leyes sobre la marihuana y no sabemos qué vendrá después. Te compartimos dos artículos que publicamos sobre la legalización de la marihuana. Lamentablemente se prevé que en el mes de noviembre se discuta su legalización:
https://conparticipacion.mx/riesgo-proximo-de-que-legalicen-la-marihuana/
https://conparticipacion.mx/legalizar-la-marihuana-abrir-la-puerta-de-adicciones/
Nos preocupa la imposición de la ideología de género. Vemos que se permean en la educación y en la sociedad ideas que contradicen la base de la sexualidad y de la emotividad humana, que a su vez son la base de la familia.
Nos preocupa que se arrebate el derecho de las familias a educar en libertad, y que el gobierno quiera imponer su visión ideológica por encima del derecho preferente de los padres a elegir la educación para sus hijos.
Preocupan también las amenazas a la libertad religiosa, la creciente inseguridad, la violencia y la delincuencia. Vemos una gran impunidad y que se mantiene la corrupción.
En este aniversario de la revolución tomemos un compromiso como ciudadanos de cara a las elecciones del 2021. Comprometámonos a votar solo por los candidatos que realmente respondan a nuestros valores.
ConParticipación
