Vemos con gran preocupación que la agenda abortista sigue su imposición en nuestro país. Y esto, hay que decirlo, nos debería preocupar a todos, no solo a las organizaciones que trabajamos a favor de la vida. Quizá te estés preguntando: ¿por qué me habría de afectar a mí? Ante todo, no podemos ser indiferentes a una madre que se ve orillada a abortar solo porque “no nos afecta”. Pero déjame contestarte con otra pregunta, estimado lector: si le quitan el derecho a vivir a un ser sumamente vulnerable como es un bebé que aún no nace, ¿qué impedirá que en un tiempo se lo quiten a tus padres ancianos, o enfermos, que también son muy vulnerables? ¿O a las personas discapacitadas? ¿O a las personas en situación de calle? ¿O a cualquier ser humano vulnerable y dependiente? Si no detenemos esto a tiempo, las consecuencias pueden ser muy serias, sobre todo para las generaciones que vienen, que tendrán que vivir en una sociedad deshumanizada.
El pasado 3 de agosto del presente año, algunas organizaciones feministas se reunieron en la Cámara de Diputados del Estado de México para exigir que se despenalice el aborto hasta la semana 12 de embarazo en ese estado. Las feministas argumentan que tienen el “derecho a decidir” sobre la maternidad, y que las mujeres del Estado de México “se ven obligadas” a acudir a la Ciudad de México para cometer el aborto o bien, a asistir a clínicas clandestinas “que no garantizan la seguridad” de las mujeres [1].
El grupo exigió a los diputados que aprobaran la iniciativa que entregaron a la cámara el 19 de julio del 2019. En nuestro país ya son cuatro estados en donde se ha despenalizado el aborto hasta la semana 12 de gestación: Veracruz, Oaxaca, Hidalgo y la Ciudad de México [2]. Sin embargo, hay que recordar que en el caso de Oaxaca y Veracruz la aprobación de la ley del aborto se dio en contradicción con las constituciones locales de esos estados, que protegen la vida humana desde la concepción.
Aclaremos primero algunos puntos que ya hemos comentado tantas veces. La “decisión de ser madre» se da antes de concebir un hijo, no cuando este ya existe. El “derecho a decidir” no puede involucrar el que se elimine la vida de otra persona.
Es terrible cuando las mujeres “son obligadas” a abortar –como señalan las feministas del Estado de México– pues con frecuencia sucede en una situación de prostitución, también se da cuando son víctimas de trata, o en una situación de violencia familiar. Y sobre el argumento de que tienen que acudir a clínicas clandestinas que no son “seguras” ya sabemos que ningún aborto puede ser seguro. No es “seguro” para el hijo, sino letal. Y siempre hay riesgos para la vida de la madre.
Ante esto, ¿qué debemos hacer? Seguir formándonos y difundir entre nuestros grupos información basada en la ciencia, en el derecho, y en todas las disciplinas que nos ayuden a defender la vida humana. De hecho quiero recordar algunos argumentos a favor del derecho a la vida desde el punto de vista jurídico.
El derecho a la vida desde la concepción se reconoce en documentos internacionales de aplicación universal así como en tratados que ha firmado México y que junto con nuestra Constitución son las leyes de mayor jerarquía.Algunos de ellos son:
- Declaración Universal de Derechos Humanos. Art. 3.º: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” [3].
- Convención sobre los Derechos del Niño. Art. 6.º: “1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida” [4].
- Convención Americana sobre Derechos Humanos. Art. 4.º: “Derecho a la vida: 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente” [5].
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículo 6.º: “1. El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida arbitrariamente”. Art. 16.º: “Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica” [6].
Si México ha firmado tratados que protegen la vida humana pudiera surgir la inquietud: entonces, ¿el aborto es un “derecho” como tanto pregonan los grupos feministas, o es un delito? Un delito ocurre cuando se vulnera un bien jurídico tutelado que, en el caso del aborto, es la vida del hijo o hija en gestación. Para que una acción sea un delito, debe tener ciertos elementos que desglosamos a continuación para el caso del aborto:
- Sujeto activo: quien comete el delito (médico, partera/madre/padre).
- Sujeto pasivo: la víctima del delito o sobre quien se comete el delito (hijo/madre [si la mujer es obligada a abortar o estando embarazada es víctima de violencia y el hijo en gestación muere, la mujer se convierte en víctima del delito de aborto]).
- Bien jurídico tutelado: el bien o cosa que se vulnera cuando se comete el delito (vida del hijo/integridad y salud de la madre).
Por lo anterior el aborto no puede convertirse en un derecho y por lo tanto, no puede ser legal o despenalizarse ya que se atenta contra el derecho a la vida. Un delito no se puede legalizar.
Los razonamientos jurídicos que expusimos fueron tomados de la conferencia “Argumentos a favor del derecho a la vida desde lo jurídico”, impartida por Luis René Osorio, Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Familia. Si no la has visto o deseas volver a verla, da clic en la siguiente imagen:
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Como puedes ver, no existe ningún fundamento real para legalizar el aborto como lo pretenden hacer ver los grupos feministas que se presentaron en la Cámara de Diputados del Congreso del Estado de México. El supuesto “derecho a decidir” de la madre se contrapone con el derecho a vivir del hijo, y además, desde el punto de vista bioético no es aceptable actuar en contra de la vida de un ser humano inocente, ni antes ni después de nacer [7]. Por eso el argumento del “derecho a decidir” no es válido. El derecho a la vida es el primero y más fundamental derecho humano y debe respetarse desde el momento mismo de la fecundación.
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Fuentes:
[3] https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
[4] https://www.ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/crc.aspx
[5] https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm
[6] https://www.ohchr.org/sp/professionalinterest/pages/ccpr.aspx
[7] Desde el punto de vista bioético, hay algunos casos donde es imposible salvar ambas vidas, como los embarazos ectópicos o los tratamientos de cáncer. En esos casos, cuando es imposible salvar a la madre y al hijo, es la madre la que debe hablar con los médicos. En ocasiones muere el hijo, en ocasiones la madre elige salvarle la vida a él. Es importante recalcar que este caso es éticamente lícito porque es imposible salvar ambas vidas.
