En México actualmente existe un debate intenso sobre el regreso a clases presenciales de los menores de edad. En parte esto se suscitó por una declaración del presidente de la República quien en un acto público dijo que “llueva, truene o relampaguee”, los menores de edad regresarán a clases presenciales [1]. Por su parte, Delfina Gómez, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), comentó que el 30 de agosto regresarán a clases los niños, niñas, jóvenes y personal educativo: “Sin duda, ya es el regreso a clases algo inminente. Se debe hacer un retorno responsable, ordenado y cauto a las aulas. Por ello, este 30 de agosto regresamos a las escuelas” [2].
Por otra parte, grupos de padres de familia en diversos estados de la república habían expresado su petición al gobierno de que los niños y adolescentes volvieran a clases presenciales, después de más de un año sin asistir a las aulas. Esto fue desde antes de que la tercera ola de contagios llegara a los niveles que vivimos ahora.
Sobre este tema hay diversas posturas por parte de los gobernadores de los diferentes estados del país. Por ejemplo, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, hizo una publicación en sus redes sociales para llevar a la reflexión a los padres de familia sobre la conveniencia o no de que los menores de edad regresen a clases presenciales [3]. Citó el caso de un condado del estado de Florida, EE. UU. en el que se pusieron en cuarentena a 440 alumnos –apenas a dos días de haber regresado a clases– debido a que se detectaron contagios entre varios alumnos. Si bien la mayoría no contrajo la enfermedad el distrito escolar de Palm Beach reportó 105 casos de estudiantes contagiados y 26 empleados. El funcionario señaló que la mayoría de la población de Estados Unidos ya está vacunada, mientras que en el estado de Nuevo León solo el 36% [4].
Por otro lado, entre las medidas que el gobierno de México ha anunciado, la SEP dio a conocer un protocolo sanitario con diez acciones a realizar para el regreso a clases [5]:
- Integrar un Comité Participativo de Salud Escolar (CPSE).
- Establecer un filtro de salud en casa.
- Lavado constante de manos con agua y jabón.
- Uso de cubrebocas sobre nariz y boca.
- Mantener la ‘sana distancia’.
- Dar mayor uso a los espacios abiertos.
- Se suspenden las ceremonias y reuniones generales.
- Avisar inmediatamente la presencia o sospechas de casos de contagio.
- Maestros podrán suscribirse a los cursos de apoyo socioemocional en línea de la SEP.
- Al salir de casa, llevar la carta de compromiso de corresponsabilidad.
Como puedes ver, las posturas entre la SEP y el gobernador de Nuevo León son diferentes. Incluso algunos estados han expresado que el regreso a clases se hará de acuerdo con el semáforo epidemiológico [6]. Lo cierto es que el tema sobre el regreso a clases presenciales ha creado polémicas y posturas contradictorias. Quienes defienden el regreso a clases de los alumnos se escudan en el derecho a la educación de los menores y la salud mental. Por otro lado, quienes se oponen señalan argumentos relacionados con la salud. Seguramente si eres padre de familia o conoces a algún menor, tendrás tu propia postura respecto a este tema. Ambas posiciones son comprensibles.
Debemos entender que no existe un regreso “seguro” a clases sino que hay “riesgos mitigados”. La dinámica escolar es distinta de la de los adultos, y es de alta probabilidad de contagio. Y no solo tendría impacto sobre los alumnos, sino que los menores llevarían el contagio a sus hogares.
Es posible que quienes abogan por que los hijos regresen a clases presenciales observan que a los menores de edad que se encuentran en cierta etapa de su desarrollo les hace falta la interacción con otros, tan necesaria para su bienestar integral. Por otro lado, vemos que quienes quieren que se posponga el regreso a clases, les preocupa la salud de los menores por encima de cualquier otro aspecto, ya que si llegaran a enfermarse o a contagiar a los adultos de casa, pudieran presentarse situaciones irreversibles y graves.
Algunos estudios han demostrado el efecto estresante de la falta de asistencia a la escuela de los menores de edad [7]:
“En escolares pueden aparecer síntomas de angustia como palpitaciones, hiperventilación y diarreas, asociados generalmente a procesos de somatización; también pueden manifestarse señales de depresión con sentimientos de tristeza y abandono. Las obsesiones y compulsiones son consideradas como reacciones más severas al proceso. La regresión emocional y conductual es más frecuente en preescolares y escolares pequeños, pero también ocurre en adolescentes. La hospitalización del menor agrava la reacción ante el estrés que ocasiona la enfermedad”.
Sin embargo no se puede perder de vista que la tercera ola de contagios que vivimos actualmente ha tenido el mayor repunte en México en lo que va de la contingencia sanitaria. El miércoles 11 de agosto “se superaron los 3 millones de casos confirmados en el país, llegando a la cifra de 3 millones 20 mil 596 en total», desde que inició la crisis de salud en México. «La Secretaría de Salud informó, a su vez, que las muertes por el patógeno ascendieron a 246 mil 203, lo que representa 727 nuevos fallecimientos en las últimas 24 horas. Los casos activos estimados son 137 mil 52” [8].
¿Qué podemos hacer ante este próximo regreso a clases? ¿Cuál es la postura que debieran adoptar los padres de familia? Hay que ser muy objetivos para tomar cualquier decisión. En todo caso hay que recordar que los primeros responsables de la vida y la seguridad de los menores son sus padres. Se debe ponderar el derecho a la educación y al mismo tiempo el derecho a la salud de todos. Es necesario discernir objetivamente la situación y no ignorar la realidad. Cada uno desde su contexto debe asumir su compromiso y responsabilidad en el tema, y no delegar al gobierno y a los maestros toda la carga que esta situación implica. Debemos ser copartícipes en las medidas que se tomen por parte de las autoridades y colaborar para el bien común.
Dentro de algunos de los aspectos que debemos tomar en cuenta para tomar cualquier decisión, están los siguientes:
- Es muy factible que los niños, por la inmadurez propia de su edad, no tomen con responsabilidad y conciencia el uso del cubrebocas, así como la sana distancia.
- Debemos ser conscientes de que el maestro responsable de un salón de clases difícilmente podría vigilar continuamente que los menores a su cargo apliquen las medidas sanitarias para evitar el contagio.
- Hay que estar conscientes de que el regreso a clases puede implicar un riesgo de contagio para los menores de edad. Aunque se tomen todas las medidas necesarias por parte de las instituciones educativas, no se puede asegurar que no habrá contagios. Al final siempre será decisión de los padres de familia el decidir o no enviar a sus hijos a clases presenciales.
Consideremos con seriedad las advertencias sobre la propagación del virus en nuestro país y la tercera ola de contagios. Una vez informados sobre todo esto, seamos responsables de la salud de los menores de edad a nuestro cargo.
Invita a tus amigos a sumarse a ConParticipación en el siguiente enlace: https://conparticipacion.mx/sumate/. Si deseas sumarte a nuestras listas de WhatsApp para recibir en tu celular información actual sobre los valores fundamentales envía un mensaje al +52 81 1034 2067 o haz clic en este enlace: https://api.whatsapp.com/message/RK63OVOELWOQD1
ConParticipación
Fuentes:
[3] https://www.facebook.com/259659740767219/posts/4439163982816753/
[6] https://mexico.as.com/mexico/2021/07/22/actualidad/1626916205_972413.html
[7] http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192021000100123
