En un estudio realizado en Francia se descubrió que el confinamiento por la pandemia ha ocasionado un impacto negativo en las capacidades físicas y cognitivas de los niños. En el estudio participaron 90 niños de segundo y tercer grado. Entre los efectos más graves que menciona están el aumento de entre 5 y 10 kilogramos de peso por falta de actividad física, dificultad para respirar, y una pérdida promedio de capacidad cognitiva de 40 porciento entre septiembre de 2019 y septiembre de 2020 [1].
Es necesario que el gobierno de cada país monitoree la salud física y mental de la población, particularmente de los niños y adolescentes, pues la pandemia ha ocasionado daños preocupantes en su bienestar. Se requiere la implementación de programas y campañas que fomenten la actividad física, así como la recreación y la socialización de los menores con el fin de restablecer su salud y prevenir enfermedades futuras.
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