En Surrey (Columbia Británica) Canadá, un padre de familia, Rob Hoogland, enfrentará un juicio penal por hablar públicamente sobre su oposición a que su hija adolescente reciba tratamientos y hasta una posible cirugía para cambiar la forma de su sexo.

Estos tratamientos incluyen bloqueadores de la pubertad, hormonas del sexo opuesto y podrían incluir también procedimientos quirúrgicos. Además, son experimentales, pueden provocar esterilidad y efectos secundarios irreversibles como fallas en el crecimiento óseo. A pesar de los peligros, ni los jueces ni los funcionarios del gobierno actúan a favor del padre [1].

Rog Hoogland fue detenido por violar una orden judicial que le prohibía hablar públicamente sobre la transición de género de su hija [2]. En el mes de abril enfrentará un juicio penal por mencionar ante los medios de comunicación los nombres de las personas que han contribuido para que su hija tenga acceso a los tratamientos ya mencionados. Por este hecho, Hoogland podría ir a prisión hasta por cinco años [3].

Preocupa que en un país donde se supone que hay libertad de pensamiento, se le prohíba a un padre de familia proteger públicamente a su hija de los efectos dañinos de medicamentos que afectan a un cuerpo sano en su sexualidad. Este tipo de acciones invade el derecho de los padres a velar por la educación y protección de sus hijos.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://www.lifesitenews.com/news/canadian-father-facing-prison-for-not-cooperating-with-teenage-daughters-gender-transition

[2] https://nypost.com/2021/03/18/man-arrested-for-discussing-childs-gender-in-court-order-violation/

[3] https://www.lifesitenews.com/news/canadian-father-facing-prison-for-not-cooperating-with-teenage-daughters-gender-transition