En el año 2016 surgió una plataforma pornográfica en redes sociales llamada OnlyFans, la cual reportó que en el 2020 pasó de tener 20 millones de usuarios a 120 millones [1].

La pornografía streaming como la que ofrece OnlyFans genera grandes ganancias ya que el público paga por acceder a contenidos específicos y además, es de fácil acceso. Muchos de los perfiles de OnlyFans son promovidos a través de redes sociales como Twitter, Instagram y Snapchat [2]. Lamentablemente con esto se engancha a millones de adolescentes y jóvenes, e incluso, se ha descubierto que un gran porcentaje de los perfiles que suben contenido en OnlyFans son de menores de edad, según una investigación conducida por la BBC. Esto los expone a ser objeto de abuso o explotación sexual [3].

El surgimiento de este tipo de plataformas del porno ha dado pie a discusiones sobre la industria de la explotación sexual y la objetivación de la persona.

Señalamos el peligro de la mercantilización de la sexualidad y la cosificación de las personas a través de esta industria que se presenta como consumo «sin consecuencias». Es fundamental hacer campañas de educación y de políticas públicas que prevengan de los peligros y secuelas de estas redes y tendencias.  

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://elpais.com/eps/2021-06-25/onlyfans-la-uberizacion-del-porno.html

[2] https://www.infobae.com/america/mundo/2020/12/13/onlyfans-libertad-o-explotacion-sexual-asi-funciona-la-polemica-plataforma-en-la-que-miles-de-jovenesvenden-contenido-erotico-sin-medir-los-riesgos/

[3] Ibíd.