Continúa latente el peligro de que se despenalice el aborto en el Estado de México hasta la semana 12 de embarazo. Como te lo comunicamos en el artículo pasado, el 3 de agosto grupos feministas lanzaron una convocatoria para unirse a un “pañuelazo” virtual, campaña que consiste en publicar en las redes sociales una fotografía con un pañuelo verde para con ello exigir la despenalización del aborto.
Firma la petición para que los diputados del Congreso del Estado de México respeten el derecho a la vida y no despenalicen el aborto. Haz clic aquí para firmar.
Llama la atención que las feministas afirmen que el aborto “es un derecho” o utilicen la frase “aborto legal para no morir” [1]. Pero ¿cómo puede ser un derecho si se viola el derecho fundamental a la vida de otro ser humano? Por otro lado, exigen “aborto legal para no morir”, pero esto es contradictorio: en el aborto siempre muere el hijo o hija en gestación y la vida de la madre se pone en peligro.
Todas estas frases y discursos con los que se intenta vender el aborto por lo general son engañosos. De ahí la importancia de continuar nuestra formación para tener argumentos certeros que nos ayuden a ser defensores de la vida humana.
Hoy hablaremos nuevamente sobre algunos argumentos para defender la vida desde la ciencia. Es un hecho demostrado que la vida humana inicia en la fecundación. En el libro de embriología de Keith Moore se señala que “el desarrollo humano es un proceso continuo que se inicia cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide” [2]. Otro libro fundamental de la ciencia médica, el de Jan Langman, afirma: “El desarrollo de un individuo comienza con la fecundación, fenómeno por el que el espermatozoide del varón y el ovocito de la mujer se unen para dar origen a un nuevo ser” [3].
El padre de la genética moderna, el Dr. Jérôme Lejeune, expuso que la vida empieza en el momento mismo de la concepción, cuando se unen 23 cromosomas del padre y 23 de la madre de las células reproductivas. De esa unión se origina un nuevo ser humano con 46 cromosomas; es el inicio de un ser humano único e irrepetible.
Uno de los argumentos más utilizado por los abortistas es el que dice que la mujer puede decidir sobre su propio cuerpo. Efectivamente, la mujer puede decidir si se tatúa, si baja de peso, etc. Pero al cometer un aborto debemos preguntarnos ¿qué parte de su cuerpo le extrajeron? ¿qué órgano le fue removido? Ante esto veremos que no hay respuesta, ya que el hijo en gestación no es parte de su cuerpo.
Quienes ofrecen el aborto como opción, además, no hablan de las complicaciones que se pueden presentar y que inclusive podrían terminar con la vida de la madre. Los riesgos más importantes en un aborto son: hemorragias, laceraciones del cuello de la matriz al practicar un legrado o por aspiración, infecciones. Al ser el aborto un procedimiento “a ciegas”, puede haber una perforación uterina, y si esto no se detecta, la madre puede tener un choque séptico o un choque hipovolémico, es decir, la pérdida de sangre en el interior del abdomen. Muchas personas que han defendido el aborto, al conocer los riesgos que implica, han cambiado su postura. Estos argumentos y otros más los puedes encontrar en la conferencia “Argumentos a favor del derecho a la vida desde la medicina”, que fue impartida por nuestro amigo, el Dr. Juan Carlos Balcázar y que puedes escuchar completa si haces clic en la siguiente imagen:
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Otra perspectiva para defender la vida humana es la de la comunicación y el debate. Queremos compartirte argumentos para que puedas dialogar de forma positiva, asertiva, sin caer en juegos de palabras, polémica o conflicto. En un diálogo de este tipo siempre debemos tener en mente que el objetivo es ayudar a salvar las dos vidas, tanto la de la mujer embarazada como la de su hijo.
Nuestra forma de razonar debe basarse en un argumento irrefutable: la vida humana debe ser apreciada siempre y en todo momento. Lo que se tiene que hacer es reconducir la conversación a esa verdad. Algunos consejos básicos para lograr esto son:
• Argumenta basándote en un punto irrefutable o fundamental. El argumento central gira en torno a una verdad fundamental. Por ejemplo, una verdad es que el aborto es quitarle la vida a un hijo deliberadamente en cualquier periodo del embarazo antes de nacer. Ante esa verdad el argumento fundamental es que un ser humano tiene la misma dignidad que cualquier otro, el mismo derecho a la vida y los demás tenemos la obligación de respetarla.
• Mantener ese argumento fundamental como un ancla. Ante cualquier intento del interlocutor de señalar otros argumentos, hay que reconducir la conversación a la realidad fundamental. Algunas recomendaciones para hacerlo:
1. No se puede justificar un mal con otro mal, por ejemplo, no se debería justificar el aborto diciendo que hay muchos niños de la calle. Eso es otro tema. Vuelve a tu argumento fundamental: hay que respetar la vida humana.
2. No invisibilizar y no discriminar al hijo por su grado de desarrollo, por su origen o por su condición social.
3. Ser contundente, no confrontador. Ser honestos y respetar a un ser humano –en este caso al hijo o hija en gestación– tal y como esperamos que nos respeten a nosotros.
4. Ser asertivo, no agresivo. No te coloques a la defensiva ni sueltes tu argumento fundamental. La asertividad viene de la formación y la práctica.
5. Distinguir las dimensiones de los argumentos, ya sea jurídica, médica, bioética y desde la comunicación.
Puedes profundizar en este tema en la conferencia “Argumentos a favor del derecho a la vida desde la comunicación y el debate”, impartida por el Lic. Marcial Padilla, nuestro director en ConParticipación. Puedes verla dando clic en la siguiente imagen:
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No te olvides de firmar la petición para pedir a los diputados del Congreso del Estado de México que respeten el derecho a la vida y no despenalicen el aborto. Haz clic aquí en el enlace para firmar: https://activate.org.mx/activacion/riesgo-de-despenalizar-el-aborto-en-el-estado-de-mexico-6112beeee066a
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ConParticipación
Fuentes:
[2] Keith L. Moore y T.V.N. Persuad (2008). Embriología Clínica. Barcelona: Elsevier.
[3] Langman, Jan (1975). Medical Embriology (Embriología Médica). Buenos Aires: Panamericana.
