El 17 de diciembre de 2023 se reportó la muerte de un niño migrante de 5 años que vivía en un refugio improvisado en Chicago; además se han detectado enfermedades en otros residentes de ese mismo lugar, lo cual ha generado preocupaciones sobre las condiciones y la atención médica proporcionada a los migrantes en EE.UU. El niño, Jean Carlos Martínez, falleció después de una emergencia médica, y otros seis residentes del mismo refugio fueron hospitalizados. Los profesionales médicos han estado alertando sobre el sistema de salud deficiente y señalan que las condiciones de vida en los refugios contribuyen a la propagación de enfermedades. Aunque las autoridades descartaron un brote, la preocupación persiste, especialmente en medio del riesgo de enfermedades como el VRS (virus respiratorio sincitial) y el COVID-19 durante el invierno [1].
Alrededor de 2 300 personas residen en el refugio, ubicado en un antiguo almacén, que se ha destacado por la falta de condiciones adecuadas, como calefacción defectuosa y fugas de agua. La ciudad de Chicago ha enfrentado críticas por su gestión de los albergues y su colaboración con la empresa Favorite Healthcare Staffing, responsable de administrar los refugios. La muerte de Jean Carlos Martínez ha intensificado las preocupaciones sobre la atención médica y las condiciones en los refugios para migrantes en Chicago, en un contexto en el que la ciudad está poniendo fin a prácticas anteriores de alojamiento temporal de migrantes en delegaciones de policía y aeropuertos [2].
En medio de las críticas, se ha anunciado un límite de 60 días para los refugios, y la ciudad enfrenta desafíos para garantizar condiciones seguras y atención médica adecuada para los migrantes que llegan en busca de asilo [3].
La situación migratoria va tomando dimensiones preocupantes y lamentablemente se corre el riesgo de que se descuide a las personas que sufren por este motivo y que solo sea un tema que se use con tintes políticos.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
