¡Qué gran fiesta vivimos el sábado 20 de octubre! Alrededor de un millón de mexicanos en más de 100 ciudades nos unimos por la vida a lo largo de toda la República. Expresamos que México es un país pro vida y que queremos acciones a favor de la vida de las hijas en gestación y de sus madres. Las mujeres no necesitan aborto, necesitan acceso a salud, educación, agua potable y medios para su desarrollo personal y económico.

Los miles de personas que nos unimos a la “Ola Celeste” a través de concentraciones y marchas, salimos a la calle a manifestar que la vida humana es lo más valioso. Quisimos expresar a toda la sociedad que la mujer de México no quiere el aborto. La mujer cree en la vida desde la concepción; muchos en la sociedad también creemos lo mismo y no pensamos cambiar. No vamos a ceder a la imposición del aborto, que daña a la mujer que lo comete y sobre todo le quita la vida a nuestras hijas e hijos cuando están más indefensos, es decir, cuando se encuentran dentro del vientre de su madre y aún no tienen voz. Es por ellos y ellas que decidimos salir a la calle para defender su derecho a la vida.

A las marchas asistieron niños, jóvenes, adultos, ancianos, ¡hasta bebés en carriolas llevados por sus padres! Todos entusiasmados gritaban, cantaban, bailaban, echaban porras, hacían olas, portaban pañuelos celestes, etc. ¡Fue una gran fiesta familiar en favor de la vida!

Y es que no podemos ser indiferentes ante la pérdida del valor de la vida humana. Hemos observado que la violencia ha aumentado en la sociedad mexicana de una manera alarmante, y ahora dentro de las leyes se pretende legalizar el asesinato de los más inocentes. No podemos permitir que esto suceda. Esta “Ola Celeste” ha sido un llamado a despertar a todos los ciudadanos “dormidos” e indiferentes ante la muerte de tantos seres humanos inocentes.

Me siento muy orgulloso y emocionado de ver el compromiso de tantos mexicanos por defender la vida al asistir a esta “Ola Celeste”. Si amas la vida, ¡no tengas miedo de decirlo! Hay muchas más personas como tú y como yo que estamos en la misma sintonía.

De todas las marchas del país destacó la de la Ciudad de México. Se hizo un hermoso tapete en el que se veían todas las etapas de la gestación desde su inicio hasta el nacimiento, preparado por floristas mexicanos. Después miles de personas avanzaron para entregar una solicitud respetuosa para que el aborto quede fuera de la agenda de nuestros gobernantes, y que se respete también el derecho de los padres a educar a nuestros hijos. Los ciudadanos transmitieron en dicha solicitud que México ama la vida; expresaron también que en nuestro país tenemos muchas otras necesidades, y no queremos pensar en México como un país de muerte, sino en un país de vida para la madre y para su hija o hijo.

Te comparto algunas fotos de lo que se vivió en distintas ciudades de nuestro México en las manifestaciones de la “Ola Celeste”.

Chetumal:

La multitud entusiasmada gritaba porras

Culiacán:

En la “Ola Celeste” fue destacada la participación de los jóvenes

Durango:

Gente de todas las edades participó en las marchas

Guadalajara:

Los ciudadanos unieron sus voces para gritar: “¡Sí a la vida!”

Mochis:

Los Mochis dice SÍ a la vida

Monterrey:

A pesar del frío y la lluvia en Monterrey los ciudadanos se hicieron presentes en la “Ola Celeste”

Vista de la “Ola Celeste” en la Macroplaza en Monterrey

Querétaro:

Los ciudadanos ondeaban banderas de México

San Luis Potosí:

La “Ola Celeste” en San Luis Potosí

Toluca:

Ciudadanos de Toluca participando en la “Ola Celeste”

A mí me tocó participar en la marcha que se organizó en Xalapa, Veracruz. El ambiente era de júbilo, de fiesta, de alegría, pero sobre todo de convicción y certeza por la defensa de la vida. En esa ciudad contemplé algo maravilloso. A pesar de la lluvia miles de personas marchamos pidiendo que en Veracruz y en todo México se respete la vida. Los transeúntes celebraban con sus bocinas y apoyaban a los que caminábamos. Personas de todas las edades, de todas las profesiones, de todos los credos, nos unimos a una sola voz para pedir que se respete el derecho a la vida.

En Xalapa fue muy destacado el apoyo de los líderes de diversas confesiones, entre ellos el Arzobispo, quien marchó junto con las personas. Al momento de concluir el avance, una adolescente con un bello traje regional se dirigió a la multitud para dirigir un mensaje de esperanza y de aliento a favor de la vida en todas sus etapas y en todas las circunstancias. En su mensaje recalcó que el amor a la vida comienza desde antes de nacer y se prolonga también después. Hizo ver que hay muchos retos que debemos afrontar para lograr construir un México y un Veracruz donde se ame la vida. No es solamente el aborto, también el suicidio, la inseguridad, la pobreza extrema, todas estas son circunstancias que atentan contra la dignidad de la vida y esta dignidad comienza desde el vientre de la madre.
Aquí puedes ver un fragmento del mensaje de esta muchacha [1]:

La “Ola Celeste” en Xalapa

Continuemos gritando que México es un país pro vida y no queremos cambiarlo. ¡Nadie tiene por qué morir! Salvemos a las dos: a la bebé por nacer y a la madre embarazada. Sigamos defendiendo la vida de los más indefensos, sigamos demostrando nuestro amor por la vida de los que aún no han nacido.

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